Cambios en la política de privacidad de Facebook, Twitter e Instagram. ¿Solución o cortina de humo?

Por Mario González / Redactor en 360 para cliente 

 

 

Estos cambios tendrán efecto a partir del 25 de mayo de este año, con la llegada de la nueva ley GDPR.

Con la llegada de la nueva ley GDPR (General Data Protection Regulation) y después del escándalo de Cambridge Analytica, las redes sociales más populares como Facebook, Twitter e Instagram han comenzado a realizar ajustes a sus políticas de privacidad, donde el foco parece estar puesto en el uso de datos personales. Sin embargo, los cambios fueron presentados al usuario mediante notificaciones que, más allá de invitar a leer los cambios, incitaban a solo aceptarlos para evitar la “fatiga” de leer el documento. Por este motivo nos dimos a la tarea de revisar detenidamente esta actualización y compartirte un breve resumen de lo más destacado, para saber si realmente representan un paso hacia la transparencia, o siguen siendo más de lo mismo.

Comencemos con Facebook, quien parece no desistir de sus negocios con terceros, ya que en los cambios destaca que, si bien ya puedes negar que tus datos se usen para mandarte mensajes publicitarios personalizados, no puedes evitar que estos se almacenen. Es decir, que seguirás viendo la misma cantidad de anuncios, pero con la diferencia de que quizá no sean de tu interés. En este sentido, cabe destacar que Facebook hace énfasis en la información relativa a la ideología, religión u orientación sexual, donde el usuario deberá consentir de manera específica si quiere que la red social le sugiera páginas o productos relacionados a ello.

Otro aspecto por destacar es la opción de reconocimiento facial, la cual supuestamente no se activará sin consentimiento del usuario, sin embargo, el texto destinado a ello sólo informa sobre los pros y contras de esta tecnología, dejando disponible solamente la opción de “continuar”. Es decir, que cuando se presenta la notificación, la opción está “desactivada”, pero al momento de dar clic en “continuar”, automáticamente el usuario la activa.

Por otro lado, el caso de Instagram es muy peculiar, ya que la compañía no había actualizado sus condiciones de uso desde 2013. Entre las notificaciones más relevantes, se encuentra el hecho de que la empresa registra cómo se mueven los usuarios dentro de la aplicación o, mejor dicho, saben cómo y qué partes de la pantalla tocan, justificando que es una medida para evitar bots y fraudes, aunque es evidente que se trata de información muy valiosa que podría ser usada de otras maneras.

Otro aspecto que destacar es Instagram Stories, tema que no aparecía por ninguna parte antes de la actualización, y que ahora solo lo hace de forma pasajera en la política de datos, donde solo se menciona en un punto, y pasa desapercibido en las condiciones de uso, pese a tratarse de una de las funciones más populares de la app. Además, a diferencia de Facebook, su red matriz, Instagram no ofrece ninguna opción para editar la información proporcionada, dejando prácticamente dos opciones al usuario: aceptar o eliminar su cuenta.

Por su parte, Twitter no presentó cambios novedosos, aunque sí un formato más claro y explicativo que el de antes, donde redacta detalladamente situaciones como el hecho de que Twitter puede ceder de forma gratuita tus tuits a terceros, así como registrar y analizar todos los mensajes de tu cuenta e incluso localizar tu ubicación.

Como podemos ver, los cambios en las políticas de privacidad en estas redes sociales parecen más una justificación de hechos, que un ajuste en la forma en la que trabajan. Es decir, que al igual que Instagram, la postura de las compañías frente al usuario parece ser clara y definitiva: acepta o márchate. Así que ahora que lo sabes, ¿qué decisión tomarás?