Muchos de nosotros nos preguntamos cómo será la vida en la Tierra en el futuro. Principalmente después de que nuestro planeta ha pasado por una gran cantidad de eventos catastróficos como huracanes, terremotos, pandemias, escasez de agua y pérdida de la biodiversidad, algunos de estos como producto del cambio climático.
Para saber qué le ocurrirá a la Tierra, cómo será nuestra vida en el futuro, qué trabajos tendremos, qué comeremos y cuáles tecnologías estarán imperando a lo largo del mundo, la compañía Kaspersky, en colaboración con futurólogos, científicos e internautas ha creado el proyecto Earth 2050. Un bosquejo que nos da un vistazo de cómo será la vida en la Tierra dentro de 10, 20 y 30 años a través de un mapa terrestre interactivo.
Una vez que el usuario seleccione un año –2030, 2040 o 2050– y se posicione sobre alguna región del mapa, conocerá cuáles son las predicciones en cuanto a tecnología, alimentos e infraestructura para las diferentes ciudades y países. Los círculos en el mapa indican los lugares donde alguien ha dejado una predicción, aprobada por un moderador. Muchas de las ilustraciones son panorámicas, a 360 grados.

Con este mapa, Kaspersky busca saber qué amenazas existirán, qué hay que proteger y cómo interactuará el entorno físico con el virtual. De esta forma, cuanto más se consideren las trayectorias probables de la sociedad y la tecnología, más se podrá prever, haciendo que nuestro futuro común sea mejor y más seguro.
La vida actual en la Tierra
Nuestro hogar, el de millones de personas, plantas y animales, es un planeta terrestre y rocoso, que tiene una superficie sólida y activa con montañas, valles, cañones, llanuras, entre otros. En este, catalogado como planeta océano, el agua cubre el 70% de la superficie y su atmósfera está compuesta particularmente por nitrógeno y oxígeno. Estos elementos, así como la distancia que la separa del Sol, su tamaño, densidad, el campo magnético terrestre y la presencia de otros bioelementos hacen posible la vida en la Tierra.
Al día de hoy se estima que la población mundial alcanza los 7 900 millones de personas y de acuerdo con las Naciones Unidas se espera que para 2050 alcance los 9 700 millones, mientras que para 2100 habrá 11 000 millones de personas.

Este crecimiento acelerado de la población, aunado al avance tecnológico de los últimos años ha propiciado nuevas formas de convivencia entre el hombre y la naturaleza. Las grandes ciudades han sido testigos de cómo la tecnología está cambiando el mundo y la vida del hombre.
Redes sociales que nos conectan con los demás, tecnologías para limpiar los océanos, cambios de paradigmas en los sistemas educativos y en las empresas promueven nuevas formas de aprendizaje y colaboración para afrontar los continuos desafíos.
Earth 2050 predice el impacto de la tecnología en el futuro
De acuerdo con Earth 2050 las imágenes del futuro variarán, desde guerras por los recursos naturales hasta la recuperación de los bosques. Estas son algunas expectativas.
El calentamiento global seguirá avanzando. A tal punto que a mitad del siglo XXI el Polo Norte se derretirá y en el Ártico no habrá nieve, lo que supondrá nuevos panoramas para la navegación comercial y militar. Incluso se cree que podrían empezar a crearse balnearios árticos.
Para 2050 se espera que en Moscú existan hoteles flotantes, avatars y turismo espacial.

Si bien, al parecer el derretimiento del Polo Norte podría beneficiar a algunos países, otros sufrirán consecuencias catastróficas, como en el caso de Daca, la capital de Bangladesh, la cual se encontrará bajo el agua como consecuencia del incremento del nivel del mar.
La nanotecnología podría salvar a la humanidad de la hambruna. En cuestión de los alimentos, algunos afirman que la sobrepoblación, la escasez de agua y el calentamiento global conducirán a revueltas y guerras por los recursos naturales. Sin embargo, otros afirman que gracias a la nanotecnología se crearán mecanismos para convertir el agua salada en agua dulce, lo que protegería a África y América Latina de la sequía.
El futuro depara un mundo desigual. Kaspersky también augura que habrá un crecimiento de la desigualdad, ya que mientras que en los países desarrollados la vida será más cómoda –en cada hogar habrá una impresora 3D y hologramas–, el destino de los países poco desarrollados o en vías de desarrollo no será así, solo la gente con riquezas podrá acceder a los privilegios.
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El futuro. Tomada de Impulsplus. La inteligencia artificial superará a los humanos. Definitivamente, algo que destaca Kaspersky es que la inteligencia artificial seguirá desarrollándose y los robots podrían llegar a sustituir a las personas. Incluso, hay pronósticos extremos que plantean que el intelecto artificial gobernará a los humanos.
En conclusión, a pesar del panorama proyectado por Earth 2050, se desconoce si los pronósticos se cumplirán o no, por lo que el futuro de la Tierra todavía está por verse.
Por Verónica González
¿Qué comen los astronautas?
¿Alguna vez soñaste con ser astronauta, viajar por el universo y ver desde arriba lo pequeña y maravillosa que es la Tierra? Solo unos cuantos afortunados lo han logrado: conocieron la Luna o trabajan en la Estación Espacial Internacional (un laboratorio en la órbita terrestre, en donde se realizan investigaciones sobre astrobiología, astronomía, meteorología, física, etc.).
Aunque vivir en un lugar sin gravedad y “volar” en lugar de caminar suena bastante divertido, si estuviéramos en el espacio tendríamos que cambiar nuestros hábitos y renunciar a algunos de nuestros platillos favoritos o comerlos de otra manera.
Tomada de Foro Anime. De las pastas a los helados
El primer astronauta que comió en el espacio fue Yuri Gagarin el 12 de abril de 1961. Su comida no era del todo apetitosa: llevaba unos rollos metálicos, parecidos a los de pasta de dientes, que exprimió para comer pasta de carne y de hígado.
En los viajes que se realizaron años más tarde, los astronautas siguieron comiendo esas pastas que, a pesar de su mal sabor, demostraron que —contrario a lo que pensaban los científicos— los humanos podíamos comer fuera de la Tierra sin que nuestros órganos se dañaran o nos enfermáramos.
Por suerte, estos tubos de comida fueron reemplazados a finales de los años 60 por alimentos deshidratados: se les agregaba agua caliente que los reconstituía y en cinco minutos quedaban listos, esto permitió que hubiera más variedad para el paladar de los astronautas. Ya en las misiones del Apolo a la Luna, comieron de esta forma y hasta tuvieron la opción de escoger entre 70 artículos, entre los que se incluían platillos principales, condimentos y bebidas.
En los años 70 la forma de alimentarse en el espacio mejoró todavía más, pues se introdujo el primer refrigerador a bordo del Skylab —la primera estación espacial de Estados Unidos—. En él había 15% de alimentos congelados, así que los astronautas ya disfrutaban de helados, postres u otros platillos, mientras desde la ventana veían la Tierra.
Lo que no y lo que sí
En aquellos tiempos ya existían más opciones de comida para ellos, pero hay alimentos que a la fecha no se deben consumir en las naves espaciales, uno de ellos es el pan. Los astronautas Gus Grissom y John Young del Gemini III se rebelaron contra esta regla y metieron de contrabando un sándwich de carne a la nave, el resultado fue que las cámaras los delataron y el Congreso estadounidense los regañó, porque las migajas flotan y pueden dañar los equipos o entrar a los ojos o pulmones de los astronautas.
Por eso, desde 1985 los astronautas prefirieron comer tortillas para complementar las comidas, ya que no desprenden migajas, y se han preparado distintos platillos con ellas: burritos, tacos, hamburguesas y sándwiches de carne, crema de cacahuate, mermelada, etc.
Tacos en el espacio. Tomada de Gobiznext. Una dieta balanceada
Actualmente el Laboratorio de Sistemas de Alimentos Espaciales del Centro Espacial Johnson, en Houston, es el encargado de preparar y envasar los alimentos que se mandan a la Estación Espacial Internacional y los astronautas pueden elegir entre 200 alimentos distintos.
Además, desde la Tierra se lleva un registro de lo que come cada astronauta para que no sobrepase el número de calorías indicadas. Tienen esta norma porque los tripulantes deben tener el mismo peso y masa muscular a lo largo del vuelo; si pierden peso, será difícil que su cuerpo se recupere de la expedición al regresar a la Tierra.
¿Quiénes son los savant o personas con “síndrome del sabio”?
Al igual que el universo, el cerebro se encuentra lleno de misterios, dentro de él guardamos tanta información que podría compararse con la de una gran biblioteca o —en términos actuales— con la gigantesca memoria de una PC. A pesar de que la memoria es limitada para la mayoría de nosotros, para las personas con el “síndrome del sabio” o savant no lo es, ellos tienen una gran capacidad de almacenamiento y habilidades increíbles.
¿Te imaginas poder memorizar libros enteros, aprender idiomas fácilmente o tocar un instrumento musical sin tener que estudiar?, sin duda sería algo fantástico y es posible para algunos savant. Pero no todo es tan maravilloso como parece, porque a pesar de ser personas superdotadas en algunas cosas, tienen discapacidades mentales, físicas, del habla, sociales o motoras, e incluso muchos de ellos no pueden cubrir sus necesidades más básicas y la mitad de los casos se relacionan con trastornos del espectro autista.
Tomada de Amino Apps. ¿Cómo surgió el término del síndrome del sabio?
Fue el psiquiatra Benjamin Rush, quien en 1798 narró por primera vez el caso de un paciente que mostró una habilidad increíble para calcular la edad de las personas con solo verlas durante unos segundos, pero todavía no existía una palabra para denominar a quienes tenían esta condición.
Casi cien años después, John Langdon Down —famoso por sus aportes en cuanto al síndrome de Down— dio a conocer el término “idiot savant” (“idiota erudito”) para referirse a estas personas superdotadas, pero este resultó denigrante y poco aceptado. Después se les llamó “sabios autistas”, pero también fue erróneo porque no todos los savant tienen autismo. Actualmente se les conoce como savant o personas con “síndrome del sabio”, una definición mucho más acertada.
¿Qué ocurre en el cerebro de los savant?
A pesar de que hoy en día existen grandes avances tecnológicos en neurociencias, no hay un estudio médico que explique al cien por ciento esta condición, pero hay teorías al respecto: se cree que los savant tienen una disminución de las habilidades del hemisferio izquierdo del cerebro (que se encargan de las cuestiones lógicas, simbólicas y lingüísticas), mientras que las habilidades del hemisferio derecho están aumentadas (las artísticas no simbólicas, habilidades visuales, motoras, música y artes plásticas), también algunos tienen una gran habilidad matemática.
Daniel Tammet, Savant británico. Los savant más famosos de la cultura popular
A lo largo de la historia se ha escuchado del caso de varios savant, cada uno con talentos diferentes.
- Tony Deblois: tiene Síndrome de Asperger y es invidente, pero toca el piano desde los 2 años, ¡además puede interpretar de memoria unas 8 mil canciones!
- Alonzo Clemons: un excelente escultor de figuras de animales que se venden como pan caliente, en precios de hasta 45 mil dólares.
- Daniel Tammet: un savant británico que aprendió islandés en una semana y habla 11 idiomas diferentes.
Stephen Wiltshire. - Stephen Wiltshire: desde los 3 años se comunicaba por medio de dibujos y con solo mirar una vez paisajes o edificios los plasma detalladamente. Este caso es muy parecido al de August, uno de los personajes de la novela Lo que no te mata te hace más fuerte (2015) de David Lagercrantz, un niño autista que —aunque no habla— dibuja de una forma impresionante y logra captar detalles que para otros pasarían desapercibidos, además despierta distintas emociones en quienes los ven.
La verdadera historia de Rain man
Otro de los savant más conocidos en la historia es Kim Peek (1951), quien nació con el cráneo agrandado y con daños en el cerebelo. Esta condición no le permitía hacer cosas tan básicas como abrochar su camisa, pero su memoria era sorprendente y recordaba 10 mil libros completos; si te preguntas cómo había leído tantos libros en su vida, la razón parece de otro mundo: ¡con cada ojo leía una página diferente al mismo tiempo!
Además de leer tanto, también memorizó mapas que incluían calles y carreteras de Estados Unidos, así que el GPS se quedaba corto a su lado y su precisión era infalible.
Rain man. Todas estas asombrosas habilidades llegaron a oídos de un guionista durante un congreso de una asociación de niños con discapacidad, quien quedó impactado con la historia y decidió llevarla a la pantalla grande con la película Rain Man (1988), protagonizada por Dustin Hoffman y Tom Cruise.
Para que los gestos y rasgos de personalidad transmitieran la verdadera esencia de Peek, Hoffman se reunió varias con él. Convirtiéndose así en una conmovedora historia basada en hechos reales que llegó a un gran número de espectadores alrededor del mundo.
Los maravillosos beneficios de la música
La música se ha convertido en la cómplice ideal a lo largo de nuestra vida, tanto en los días nublados en que nos invade la melancolía, como en los alegres, cuando solo queremos bailar sin control. Al poner play nos olvidamos de lo que nos rodea, nos transportamos a otra época, revivimos recuerdos y emociones, a muchos hasta se nos pone la piel “chinita” al oír nuestra rola preferida. Además, tiene otros beneficios que tal vez no conocías.
Cambia el estado de ánimo: la música —alegre o triste— nos hace más felices; según científicos del Instituto Neurológico de Montreal y de la Universidad McGill, en Canadá, al escuchar música nuestro cerebro libera dopamina, un increíble neurotransmisor que nos da placer y bienestar. Incluso cuando estamos nostálgicos, aunque escuchemos canciones tristes, al final terminamos con una sensación de paz, algunos expertos creen que esto sucede porque hacemos catarsis.
Tomada de Pinterest. Reduce el dolor: el cerebro libera endorfinas que nos hacen sentir bien y actúan como analgésicos naturales que disminuyen el dolor. Se ha comprobado que, si nos ponen música tranquila durante una cirugía, sentiremos menos dolor postoperatorio.
Cambia la frecuencia de funciones corporales: definitivamente no toda la música es igual y en gustos se rompen géneros. Mientras que la música rápida como el rock, el metal o la electrónica aceleran nuestra frecuencia cardiaca, respiratoria y aumentan la presión arterial; la música lenta como la clásica, celta o instrumental tiene el efecto contrario, disminuye estas funciones corporales y nos tranquiliza.
Tomada de El Definido Mejora habilidades mentales: si eres de los que les cuesta memorizar información o adquirir nuevos aprendizajes, tal vez debas escuchar más música —clásica, sobre todo— o tocar un instrumento, porque de acuerdo con un estudio de la Universidad de Helsinki, la música activa los dos hemisferios del cerebro, incrementando nuestra retención de información y aprendizaje.
Fortalece el sistema inmunológico: cuando estamos estresados, en el cerebro se incrementa la liberación de una hormona llamada cortisol, esto hace que baje nuestra respuesta inmunológica y nos enfermemos fácilmente. Por el contrario, al escuchar música estamos en paz con nosotros mismos y aumentan nuestras defensas.
Tomada de Ecoosfera. ¿Tienes algún género musical que te ponga contento en pocos segundos?, pues ahora que ya conoces algunos de los beneficios de la música, no dudes en poner tu playlist favorita a todo volumen.
Neuromarketing: estudiando el cerebro del consumidor
“Los hombres deben saber que las alegrías, gozos, risas y diversiones, las penas, abatimientos, aflicciones y lamentaciones proceden del cerebro y de ningún otro sitio. Y así, de una forma especial, adquirimos sabiduría y conocimiento, y vemos y oímos y sabemos lo que es absurdo y lo que está bien, lo que es malo y lo que es bueno, lo que es dulce y lo que es repugnante…”
Sobre la enfermedad sagrada, Hipócrates.
El dr. Jerry Zaltman, profesor emérito de Harvard, afirma que 95% de nuestro proceso de decisión de compra es subconsciente. De ahí que los mercadólogos prácticamente quieran “meterse” en las mentes de los consumidores para averiguar sus anhelos, motivaciones, metas, aspiraciones, y así generar lealtad a las marcas y, por supuesto, ventas.
En primer lugar… la neurociencia
La neurociencia se encarga de estudiar al sistema nervioso, conformado por el cerebro, la médula espinal y la red de células nerviosas en todo nuestro cuerpo.
Los seres humanos nos hemos preguntado desde hace siglos de dónde provienen nuestras sensaciones, cómo es que podemos movernos, oír, oler y comunicarnos mediante un lenguaje, pero son los neurocientíficos quienes se han encargado de desentrañar los misterios de nuestro cerebro.
La neurociencia se ha apoyado de varias ciencias —fisiología, bioquímica, psicología, neurología, entre otras— para su desarrollo y, a su vez, otras disciplinas se han valido de ella para su trascendencia. Tal es el caso del marketing.
Neuromarketing. Tomada de: Wasi.co Marketing y neurociencia
En publicidad casi todo se trata de estímulos. Mediante imágenes, sonidos, aromas, las compañías “provocan” al público para que se enamore de sus marcas, compre sus productos y los recomiende a otros consumidores.
Así es como los mercadólogos decidieron valerse de la neurociencia para estudiar y conocer las reacciones de los usuarios ante los anuncios publicitarios. De esta forma podrían saber:
- ante qué estímulos reaccionaban mejor
- predecir cuáles mensajes tendrían un mayor impacto
- optimizar los productos y servicios de las marcas
Explorando cerebros
En la práctica del neuromarketing se va más allá de una encuesta o un grupo de discusión para conocer la opinión de los consumidores: se les realizan estudios como electroencefalogramas, tomografías o imágenes por resonancia magnética para monitorear qué zonas del cerebro se “encienden” al mirar determinada imagen —estática o en movimiento—, escuchar una melodía o percibir un aroma.
A partir de los resultados y dependiendo de los objetivos de la marca, se aplican técnicas que buscan empatizar con sus clientes, estimular en ellos emociones que resulten en una conexión.
Los estímulos visuales son los más eficaces porque llegan de inmediato a nuestro cerebro. Los estímulos auditivos refuerzan los mensajes e incluso pueden influir en el comportamiento. Y los estímulos kinestésicos apelan a la memoria y sensaciones mediante otros sentidos como el tacto y el olfato.
Regiones del cerebro. Tomada de rodrigolbarnes.com No te metas con mi mente
El neuromarketing no se ha salvado de las críticas, muchos consideran sus pruebas como engañosas y sus resultados poco fiables. Sin embargo, la que más resalta es: ¿realmente nos dominan tanto las emociones que nos llevan a ser manipulables, capaces de cambiar de decisión apenas veamos o escuchemos algo que nos conmueva?
Tal vez el neuromarketing se equivoca al considerarnos un manojo de emotividad sin tomar en cuenta que también somos seres racionales, pero no por esto deja de ser una técnica interesante que puede brindar grandes aportes al marketing y a las marcas que buscan ofrecer lo mejor a su clientela.
XKCD: romance y matemáticas explicados con monitos
Por allá de los prehistóricos años 90 y el principio de los 2000, internet era el gran reino de los nerds. Esa fue la época en que nacieron los webcomics: en un principio solo fueron garabatos compartidos con amigos en correos, pequeñas webs personales y foros, pero con el tiempo crearon sus propios lenguajes, nichos y formatos, madurando a la par de sus creadores y logrando fandoms que, en no pocos casos, los han mantenido activos durante décadas, como los longevísimos Penny Arcade y PVP.
Bolitas, palitos y otras complejas ecuaciones
De los “casos de éxito” que podemos encontrar en ese mundo salvaje y surreal del webcomic, el de xkcd es el más extraordinario: detrás de la aparente simpleza de sus monigotes se esconde un universo de filosofía, cultura y divulgación de la ciencia donde no hay pregunta demasiado extraña ni tema en exceso enrevesado como para que su creador, un experto en robótica que trabajó para la NASA, no pueda responder con humor, asombro y cierta dosis de sano sarcasmo.
Mi código está compilando. Fuente: xkcd El genio detrás de la pantalla es Randall Munroe, que un día por ahí del 2005, cuando todavía era estudiante de física en la universidad de Virginia, se puso a escanear los dibujitos que hacía durante sus clases, decidiendo subirlos a su web personal. En pocos años, bajo el nombre de xkcd —no es un acrónimo, sino “una palabra sin pronunciación fonética, un punto atesorado y cuidadosamente guardado en el espacio de la secuencia de cuatro caracteres”— alcanzó millones de lectores mensuales, volviéndose uno de los íconos de la cultura de internet.
El sentido de la vida, el universo y todo lo demás (según Randall)
Ahora, el sitio oficial aloja más de 2 mil tiras. Publicando varias veces por semana, Randall abarca temas como el cambio climático, los problemas del soporte técnico, los fundamentos de la fuerza centrífuga, el sutil enlace entre las magnitudes físicas y las relaciones amorosas o los problemas de coleccionar libros, además de numerosos juegos narrativos que empujan los límites de lo que los medios digitales pueden hacer.
Paneles principales de “Click and Drag”. Fuente: xkcd Entre los ejemplos más notables de esta experimentación está “Click and Drag” de 2012: parece compuesta por cuatro paneles finitos, sin embargo, al hacer clic y arrastrar el interior del panel mayor, se descubren decenas de historias escondidas: algunas son hilarantes, otras tristes, en la mayoría hay una cierta melancolía. Ya desde el lejano 2007, Wired decía sobre el trabajo de Randall: “(…) muestra el lado humano de la cultura geek (….) el cómic es en sí mismo un lenguaje, una forma en que las personas que no tienen experiencia en hablar sobre sus emociones pueden articularlas”.
Consejos científicos absurdos para problemas reales
Todos los cómics de Randall parten de la curiosidad, de las preguntas básicas del pensamiento científico: ¿cómo?, ¿por qué?, ¿qué pasaría sí…? A la fecha, estas cuestiones han generado tres proyectos aledaños:
- What If?: Serious Scientific Answers to Absurd Hypothetical Questions (2014) que partió de la idea de, cada semana, abordar una pregunta “absurda” con el mayor rigor científico posible, ya fuera “¿cuántos legos se necesitan para construir un puente que lleve tráfico de Londres a NY? o, ¿qué pasaría si tuviéramos solo un “alma gemela” en todo el mundo?
Construcción con legos. Fuente: SFM News - Thing Explainer: Complicated Stuff in Simple Words (2015), donde, usando solo dibujos y un vocabulario de las mil palabras más comunes del idioma inglés, explica cosas cómo el funcionamiento de las células —o, según dice el libro “las bolsitas de agua de las que estás hecho”—.
- How To: Absurd Scientific Advice for Common Real-World Problems (2019), la guía de autoayuda más científica e inútil del mundo, donde puedes aprender a tomarte una selfie con un telescopio o cómo ahorrarte la cuenta de la luz, sustentando la energía de tu casa con el tejido del espacio-tiempo (no te preocupes mucho si lo rompes en el proceso).
“El problema con los científicos es que ven maravilla y belleza en todo”. Fuente: xkcd Quizá la mayor contribución de Randall no sean solo sus libros, su maravilloso webcomic o el haber descubierto cuánto poder de la fuerza puede manejar Yoda (haciendo caso omiso de las precuelas, claro), sino el haber demostrado que incluso las preguntas más raras pueden llevarte a planteamientos interesantes, y que para hablar de asuntos difíciles, ya sean matemáticas, lenguajes de programación o relaciones amorosas, el mejor camino es mezclar la ciencia con mucho humor.
Dear Data: los datos y estadísticas también cuentan historias (Parte II)
Detrás de cada dato, hay una historia y cuando hablamos de información, es un error común pensar que la gran escala de la Big Data es la única que cuenta. Para poder alcanzar su potencial y exigir un uso más ético y justo de nuestros datos personales, necesitamos entender su poder, sus posibles sesgos y repensar nuestra relación con la información que nosotros mismos consumimos y producimos.
El primer paso viene con la personalización y la recontextualización del diseño, es decir, presentar los datos de una forma más honesta, accesible y comprensible.
En una entrevista con The New Yorker, Georgia Lupi reflexiona sobre quién controla realmente los datos, y cómo (o por qué) se elige mostrarlos de determinada manera; por ejemplo, si los términos de servicio de Apple fueran más intuitivos, mejor diseñados, ¿los leeríamos? ¿No sería una mejor práctica tener pequeñas visualizaciones entre el inentendible muro de texto, que nos vayan guiando a través del laberinto legal que estamos aceptando sin entender?
El enfoque meramente técnico y neutral puede parecer factual y objetivo, pero además de resultar frío e incluso aburrido, puede engañar o malinterpretarse fácilmente.
Historias y patrones (no tan) ocultos
Otro ejemplo concreto de un uso más humanístico de los datos es la colaboración de Lupi con la marca de moda & Other Stories, convirtiendo las visualizaciones de datos en historias que se visten: los logros y vidas de Ada Lovelace, Rachel Carson y Mae Jemison, tres pioneras de la ciencia, fueron recopilados e interpretados en los patrones gráficos de las telas mediante una serie de elementos gráficos simples: formas, colores, líneas.
Un lugar común —e inefectivo— del que Lupi huye es la simplificación: viendo la complejidad como una característica inherente de nuestra existencia, la información se puede combinar de infinitas formas. Si el objetivo de la visualización de datos es el de presentar nuevos conocimientos, nuevas formas de ver y nuevas lineas de pensamiento interconectadas y reveladoras, un cierto nivel de complejidad visual puede ser una gran oportunidad.
The Life Cycle of Ideas, Popular Science magazine, Mayo 2014. Derechos de imagen: Accurat Uno de los mejores ejemplos es la colaboración del estudio de diseño de Lupi, Accurat, con el periódico más grande de Italia, Corriere Della Sera, donde su tarea fue concebir narrativas visuales, basadas en datos, que lograran la misma profundidad los textos publicados en el suplemento.
Ocupando la técnica narrativa llamada “narración no lineal”, cada semana eligieron un tema y basándose en diversas fuentes de datos —tanto cuantitativos como cualitativos— moldearon la información para ofrecer un conocimiento interconectado. Los lectores comenzaban en el punto de partida propuesto y seguían su propia curiosidad en las múltiples líneas narrativas que componen la historia, interactuando a su paso con las diversas capas de complejidad que el tema ofrece, adquiriendo un panorama mucho más enriquecedor e íntimo en el proceso.
A century of world ending, publicado originalmente en Corriere Speciale, 2012 Derechos de imagen: Accurat Reeducar nuestra atención para cambiar nuestros hábitos
Lupi es constante en su hincapié sobre la importancia de no temer a las narrativas densas y poco convencionales que promueven la lentitud y demandan la total atención del lector, algo particularmente necesario en una época donde los medios promueven periodos de atención cada vez más cortos.
Si bien las aproximaciones complejas requieren reeducar la lectura, al encontrar valor real en la información, el lector estará dispuesto a comprometerse con un consumo cuidadoso que recompensa con una reflexión más profunda.
Reporte Audubon 2013, portada. Derechos de imagen: Accurat Reporte Audubon 2013: Protegiendo los lugares cruciales para las aves Si se contextualizan adecuadamente, los datos pueden ser una herramienta increíblemente poderosa para lograr narrativas más significativas, y su poder no es menor cuando se trata de un enfoque personal.
Esto es algo que Dear Data ya había demostrado con anterioridad y que, en una aproximación más interactiva, se profundiza en Observe, Collect, Draw!: A Visual Journal, un diario de arte que nos pide evaluar los mínimos detalles de nuestra rutina diaria con la observación y disciplina de un diseñador de información, y la capacidad de asombro y juego de un artista.
Pie: Los datos pueden encontrarse en cualquier cosa, en cualquier lugar. Fuente:@deardatapostbox Los datos, siempre, representan la vida real. Dibujar con ellos —Lupi huye de la tecnología digital en las primeras etapas de su proceso—, aun si no se tienen grandes habilidades artísticas, entrena la capacidad de sintetizar visualmente lo que se piensa, enseña a encontrar nuevas formas de ver los problemas y ayuda a explorar más libremente las posibilidades, permitiéndonos detectar patrones antes ocultos y entender, preservar, apreciar o incluso modificar quiénes somos a través de las historias que nuestras propias vidas cuentan.
Dear Data: los datos y estadísticas también cuentan historias (Parte I)
La nuestra es una era de datos. Cada like, cada canción escuchada o saltada, cada titular en el que nuestra vista se detiene, cada foto de nuestro perro, bebé o plantita que compartimos con los amigos: todo son datos, todo es información.
Todo aquello que creamos y compartimos va creando un exactísimo retrato, capaz de predecir con exactitud nuestro comportamiento, hábitos, deseos y debilidades, permitiendo a las redes decidir qué anuncios, conexiones y contenidos mostrarnos.
Este ciclo lo mismo puede ser usado para presentarnos en una app de citas al amor de nuestra vida, para recomendarnos un disco de un género que desconocíamos, pero que ahora será nuestro gran favorito o para alertarnos de potenciales enfermedades que se esconden en nuestros genes, pero también pueden manipular nuestro estado de ánimo para inducirnos a comprar productos o servicios, o incluso potenciar nuestras ideas y tendencias más peligrosas y destructivas, si esto involucra que hagamos más clicks en sitios monetizables.
Oráculos modernos y la economía de la información
Tal como los poderosos de la antigua Grecia, que consultaban a los oráculos sagrados buscando predicciones que garantizaran ventajas y victorias, las grandes empresas y gobiernos de nuestra época acuden a la Big Data —cantidades masivas de datos que representan las interacciones de millones de usuarios⎯ buscando predecir nuestro comportamiento e incluso influenciarlo o modificarlo.
A los datos se les llama “el nuevo petróleo” y se hace gran alharaca de su poderosa fuerza que mueve a la economía, pero su verdadero peligro reside en que pocas veces entendemos qué son, qué significan o de dónde vienen, y les damos uso y análisis —o peor, creemos en sus predicciones— sin entender qué tan fácilmente manipulables son. El uso erróneo de información ha provocado desde la caída de imperios comerciales como Nokia hasta la proliferación de tecnologías de reconocimiento con sesgos profundamente racistas. Trabajar con datos sin contexto no solo es inservible: es peligroso.
Humanismo y datos
Aquí entra Georgia Lupi, una diseñadora de información —una disciplina híbrida entre el diseño y la ciencia— que se propuso revolucionar la manera en que los datos se entienden, se analizan y se presentan con su concepto de Data Humanism, donde el enfoque principal no son los números ni las estadísticas, sino las historias que estos cuentan y las personas escondidas detrás de ellas.
El gran salto de Lupi, más allá de los nichos de la ciencia de datos y el diseño, fue Dear Data, un libro que recopila las postales que, durante un año, intercambió desde Nueva York con Stefanie Posavec, una diseñadora de datos con residencia en Londres. Habiéndose conocido brevemente, ambas decidieron que intentarían profundizar su amistad compartiendo pequeñas instantáneas de sus vidas, escritas en el lenguaje que ambas hablan mejor, los datos.
Establecieron las reglas: la recopilación, presentación y comunicación de la información podría darse solo por medios análogos: postales enviadas por correo tradicional, dibujos a mano para representar los datos colectados. Cada semana acordarían una pregunta y podrían responder solo con la información recopilada en siete días, además de una pequeña lista de claves necesarias para entender la visualización.
Querida Data
En las primeras postales los tópicos son un tanto distantes, por ejemplo, ¿cuántas veces miraron la hora en la semana? y, sin embargo, los detalles que la colecta de datos dejan ver contienen una intimidad peculiar: no se trata del número de veces, sino del cómo y el porqué: ¿revisaron la hora en un reloj de pared, de muñeca o en el celular?, ¿la miraron porque se sentían aburridas, hambrientas o ansiosas?, ¿realmente querían ver la hora, o respondían a la costumbre de tomar el teléfono y encender la pantalla, sin siquiera saber para qué?
Con el tiempo, la amistad de lado a lado del Atlántico se fue haciendo más estrecha; números, símbolos y códigos se volvieron una conversación reflexiva y lenta mientras la falta de otro tipo de comunicación les permitía imaginar la vida de la otra, lo que les había pasado durante la semana, cómo eran sus personalidades, relaciones y cotidianidades.
Estas postales muestran las gráficas de tiempo que Lupi y Posavec diseñaron. Fuente: Dear Data La respuesta siempre está en los pequeños detalles
Buena parte de la popularidad de la Big Data viene de su inmensidad y naturaleza en apariencia omnisciente; pensamos que para entender sus estadísticas necesitamos computadoras especializadas y analistas que descifren su secreto lenguaje, pero justo ese es su gran fallo: aunque hoy en día tenemos más datos y mayor poder de cómputo que nunca, además de una generación en puerta de tecnologías de extracción y análisis nunca vistas, las inversiones en datos que han tenido resultados exitosos siguen siendo las menos, incluso desde la perspectiva comercial.
La aproximación humanística que Lupi plantea tiene cabida en esta área: en lugar de dejarse abrumar por un conjunto de datos que sobrepasa los millones de números, enfocarse en su naturaleza y en el porqué de su organización suele resultar en patrones mucho más reveladores y útiles.
En la próxima entrega de este artículo hablaremos de las técnicas narrativas que Lupi y su estudio de diseño, Accurat, usan para convertir cifras abstractas en historias que vale la pena leer, y cómo podemos aplicarlas a los pequeños negocios e incluso a la vida diaria.
Manifiesto del Data Humanism. Derechos: Girogia Lupi De patafísica y otras formas de ser creativo Parte II
La Patafísica renació (más bien, se “desocultó”) el 20 de abril del 2000 (día de San Cocodrilo, según el calendario patafísico) con la insigne exposición “Agujeros, Nadas y Espejismos”. Esta vez trascendió fronteras. Se inauguraron Colegios en Valencia, España y Buenos Aires, Argentina, entre otros lugares del mundo. La ciencia de las soluciones imaginarias sigue viva para deleitarnos con su sentido del humor y sus sospechas del estilo
“Existen bípedos, cuadrúpedos, pero, ¿de una sola pata también?”
Raymond Queneau, sátrapa y surrealista
Básicos del Dadaísmo
Origen: 1916 en el Cabaret Voltaire en Zúrich, Suiza, en medio del desencanto por la Primera Guerra Mundial.
Características: movimiento de vanguardia o antiarte. Busca romper las convenciones en las artes plásticas y la literatura. Crítico de la burguesía y el positivismo. Intenta expresarse mediante la destrucción del lenguaje y de los materiales tradicionales en la plástica.
Representantes: los fundadores, Hugo Ball, Tristan Tzara y Jean Arp, entre muchos otros que años después devinieron surrealistas.
Hugo Ball declama poema dadaísta
Sátrapas de ayer y hoy
Los miembros originales del Colegio de Patafísica eran surrealistas y uno que otro dadaísta y presidieron alguna de las Subcomisiones del Colegio. Están, por ejemplo:
- Raymond Queneau, poeta y novelista surrealista, encargado de la Subcomisión de Epifanías e Ipifanías.
- Boris Vian, escritor y músico de jazz, también surrealista, encargado de la Subcomisión de las Soluciones Imaginarias.
- Marcel Duchamp, artista plástico y ajedrecista, representante del dadaísmo y del surrealismo, encargado de la Subcomisión de las Formas y de las Gracias.
- Joan Miró, artista plástico español y surrealista, encargado de la Subcomisión del Grande Extraordinario.
Boris Vian, sátrapa y músico Podríamos seguir, pero son 77 Subcomisiones, así que basta mencionar a otros patafísicos ilustres, como Julio Cortázar, en su Rayuela hay muchas influencias de la Patafísica; Fernando Arrabal, el artista español que fundó el Grupo Pánico junto con Alejandro Jodorowsky; los hermanos Groucho, Chico y Harpo Marx, en cuyas películas podemos ver un humor y sinsentido bastante patafísicos.
Básicos del Surrealismo
Origen: 1924 en París, influenciado por el dadaísmo, el simbolismo, la obra de Alfred Jarry y la teoría del psicoanálisis.
Características: busca crear a partir de la interpretación de los sueños y el subconsciente. Poemas, novelas, películas, pintura y esculturas que parecen ilógicas y desconcertantes. ¿Qué significa “dadá”? Según sus fundadores, nada.
Representantes: El fundador, André Breton, y otros escritores, cineastas y artistas plásticos como Marcel Duchamp, Salvador Dalí, Max Ernst y Man Ray.
Marcel Duchamp, surrealista y patafísico
Esta historia continuará…
Muy bonitos y loquitos los patafísicos, pero ¿de qué sirve esto para el marketing de contenidos? ¿Nos dejará algún cliente aplicar la “ciencia de las soluciones imaginarias” en nuestros escritos?
La moraleja de esta historia en la tercera parte.
Maryam, la matemática que vino del Oriente
El 19 de octubre se conmemora el Día Mundial Contra el Cáncer de Mama, por lo que durante todo el mes se realizan acciones para concientizar y prevenir sobre este mal que, aunque la mayoría de las veces es curable, aún se lleva un gran número de vidas. Por ello, en 360 Grados deseamos recordar y rendir homenaje a tres mujeres de diferentes épocas, países y campos de estudio que murieron de esta enfermedad.
(Teherán, Irán 1977-California, EE. UU., 2017)
De niña quería ser escritora, pero en la adolescencia surgió su pasión por las matemáticas. En la prepa, participó y ganó una medalla de oro en la Olimpiada Iraní de las Matemáticas, desde entonces la joven Maryam Mirzakhani decidió su destino. Su mente voló más alto que la de la mayoría de los mortales, sus complejos conceptos superaron los conocimientos de sus profesores de matemáticas; finalmente colgó el hiyab y dejó su país natal para obtener un doctorado en Harvard.
A los 31 años ya era profesora en Stanford y desarrollaba análisis complejos con rapidez y creatividad. Le interesaba estudiar los conceptos desde diversos ángulos hasta encontrar el que hiciera avanzar una idea y pasar a la siguiente. Extendía un enorme papel en el suelo y ahí escribía y reescribía fórmulas y símbolos. Su campo de estudio eran las geodésicas en las superficies hiperbólicas (lo que sea que eso signifique, pero tiene que ver con la geodesia, es decir, el cálculo de superficies curvas aplicado a la superficie terrestre), que desarrolló desde su tortuosa tesis doctoral, rehecha una y otra y otra vez hasta que ella y su asesor quedaron satisfechos.
Maryam Mirzakhani con su hija Anahita, posando con los demás ganadores de la medalla Field (Artur Avila, Martin Hairer y Manjul Bhargava) durante el Congreso Internacional de Matemáticos 2014 en Seúl. Sus colegas la recuerdan como una persona generosa, con extremo talento en un campo donde la presencia de las mujeres no es común y, sobre todo, muy celosa de su vida privada en compañía de su esposo, Jan Vondrák, y de su hija.
En 2014 fue la primera mujer y la primera iraní en obtener la Medalla Fields, equivalente al Premio Nobel de las Matemáticas. Cuando la recibió, en el Congreso Internacional de Matemáticos realizado en Seúl, Corea del Sur, ya estaba enferma.
A los 40 años murió. La comunidad matemática se unió en homenajes a esta mujer con conocimientos profundos, con un dominio técnico impresionante y una imaginación que llevó las ciencias a un nuevo nivel.
Maryam Mirzakhani murió de cáncer de mama.
Foto de entrada por John Moeses Bauan en Unsplash