Curiosidades del metro de la CDMX: más allá de fallas, retrasos y cortocircuitos

El metro de la Ciudad de México presume ya poco más de medio siglo de historia, son 53 años transportando todos los días a millones de personas (4.6 millones al día en la actualidad). Sin embargo, el tiempo le ha cobrado la factura a este icónico sistema de transporte, que con el paso de las décadas se vio rebasado en todos los sentidos y hoy ya sea por pésimas administraciones o manejos turbios se habla más de sus fallas mecánicas, accidentes y cortocircuitos que de su eficiencia y puntualidad. 

En ese sentido, el comienzo del 2023 no fue la excepción, el metro inició este año con nuevos videos sobre sus deficiencias y se encuentra de nuevo en boca de todos. Por esa razón, decidimos repasar un poco más de su historia, ¿qué hay más allá de todo lo malo que está ocurriendo con su servicio? Olvidemos por un momento aquellas ocasiones en que nos hizo llegar tarde a nuestros destinos y recordemos algunas de sus curiosidades.

Un viaje en metro. Tomada de: Gfycat.
¡Oh la la!: un metro producido en Francia

Todo inició en el país galo, cuando la marca Alstom se hizo cargo de la primera flota compuesta por 59 convoyes. De hecho, el proyecto de este sistema de transporte fue posible gracias a un crédito de Francia. Alstom propuso que el tren se moviera con neumáticos y utilizó de referencia un modelo llamado MP 59, que ya circulaba en París en ese entonces y al terminar la producción llegaron a la capital desde Veracruz en 1968. 

¿Sabes cómo se conforma un tren del metro?

Nos hemos subido en muchas ocasiones a sus vagones, ¿pero sabemos a ciencia cierta cómo se conforma un convoy? Bueno, pues cada tren se compone de nueve carros, de los cuales seis son motrices, es decir, tienen tracción propia y ocupan las posiciones 1, 3, 4, 6, 7 y 9; el resto son catalogados como remolques, lo que significa que no cuentan con tracción. Según informa el Sistema de Transporte Colectivo, cada convoy puede transportar a poco más de 1,530 personas: 1,170 paradas y 360 sentadas.

La limosina naranja. Tomada de Twitter.
La cultura subterránea y la sala de cine en la estación Zapata 

Toda la red de este sistema de transporte podría considerarse una capital cultural. Desde sus inicios se consideró promover la cultura y las artes, pero esa idea evolucionó a niveles inimaginables. Hoy la mayoría de las estaciones cuentan con exposiciones temporales o incluso permanentes. Por ejemplo, están el famoso Túnel de la ciencia en La Raza y el Museo del metro en Mixcoac (cuenta con siete salas). Otro caso es el de la estación Zapata, que en 2017 inauguró una pequeña sala con 35 butacas y una pantalla de cuatro metros de largo por dos de alto. Ahí, los lunes, miércoles y viernes se ofrecen proyecciones gratuitas de cine mexicano a partir de las 16:00 horas. 

Hallazgos arqueológicos

La historia del metro también tiene su carga histórica: en la construcción de la línea 4 en 1978 justo donde se ubica la estación Talismán se descubrieron los restos fósiles de un mamut, el cual vivió en la Edad de Hielo y tiene entre 10 mil y 12 mil años de antigüedad. Este ejemplar mide cuatro metros de alto y puedes verlo en las instalaciones de la estación.

Los ecos del pasado. Tomada de: México desconocido.
¿Por qué el metro se detiene entre túneles en horas pico?

Esta tal vez sea una de las dudas más frecuentes. Un estudio de la UNAM realizado por investigadores del Instituto de Investigaciones en Matemáticas Aplicadas y en Sistemas (IIMAS) para optimizar el servicio, reveló que esto se debe a que en cada estación el metro debe detenerse entre 20 y 25 segundos para abrir sus puertas y permitir que las personas salgan y entren a los vagones. El problema es que en horas pico estos tiempos son imposibles de alcanzar y puede tomar de tres a 10 minutos cerrar las puertas, lo que genera caos en toda la red del metro.

Por: Gabriel Guajardo.

¿Debe borrarse la historia por ser ofensiva?

El crecimiento es una parte natural de la vida. Crecer no implica solo ser más alto, más viejo o la llegada de la calvicie; este proceso incluye también constante aprendizaje, maduración y reflexión. Asimismo, crecer y evolucionar no es algo exclusivo de los seres vivos; las ideologías cambian; las leyes se transforman; las mismas naciones se encuentran en un crecimiento constante (la mayoría), donde la historia juega un papel importante en ese proceso de aprendizaje.

La historia está para ser aprendida, analizada, cuestionada e incluso criticada, pero no para ser ignorada. La historia puede ser incómoda, vergonzosa, hiriente y básicamente negativa en todos los sentidos, pero también es una marca indeleble del camino que ha seguido una persona, un país o una civilización entera desde sus inicios hasta su eventual final. Y claro, ¿quién no quisiera eliminar de la memoria colectiva esa vez que le dijimos “mamá” a la maestra o cuando nos caímos en medio del Zócalo? Sin embargo, esos sucesos –por espantosos que hayan sido– no solo nos dejaron una lección, sino que nos hicieron crecer como individuos para así evitar repetirlos en el futuro, y si no, al menos tomarlos con más filosofía.

Abraza el aprendizaje del pasado. Tomada de: Pinterest.
La historia se repite

Existen muchas frases famosas, adjudicadas a distintos personajes históricos, donde el punto común es la importancia que tiene la historia para los eventos por venir. Es decir, que quien no aprende de su pasado, está condenado a repetirlo una y otra vez, de la misma forma. 

George Orwell lo ejemplifica (de un modo más siniestro) en su novela 1984 a través del totalitarismo y el control de la información con el fin de manipular las mentes del pueblo. Pero esa manipulación que, afrontémoslo, sucede diariamente a lo largo y ancho de los medios de comunicación masiva, parece ya no limitarse al acontecer actual, sino también a la erradicación sistemática de la historia mundial como una forma de no solo desviar la atención del individuo sino “esconder bajo la alfombra” el rastro de suciedad que carga consigo una entidad.

Un mundo nos vigila. Tomada de: Gifer.
El pasado es el pasado

Desde un tuit ofensivo que arruina carreras, hasta la destrucción de estatuas o monumentos históricos ligados a un acto bélico o movimiento separatista, el hecho de excavar en las ruinas del pasado con el único propósito de encontrar algo que no se ajuste a los valores actuales o a nuestro punto de vista, y usar eso como justificación, es no solamente irresponsable sino peligroso.

Todos cometemos errores. Seguramente al gobierno alemán actual le encantaría borrar cada indicio del Holocausto, o a Beyoncé esa foto “hulkesca” en el Super Bowl, pero si hacemos eso jamás podremos evolucionar o aprender de esos errores. Además, ¿quién decide qué debe irse y qué debe quedarse? ¿No es eso sesgar la información, información que debería ser verídica porque realmente sucedió?

Las caídas de la vida me enseñaron que soy capaz de levantarme. Tomada de: Videos virales.

En conclusión, no, la historia no debería ser modificada o eliminada solo por tratarse de un tema delicado y escabroso que es mejor evitar que afrontar. La realidad es que solamente así, mirando hacia atrás y reflexionando sobre el pasado, podemos avanzar, mejorar y, ultimadamente, evitar repetir esas atroces metidas de pata.

Catar 2022: la copa mundial de la opresión y la esclavitud

La Copa Mundial de la FIFA es un negocio. Vaya, todo el futbol —y por extensión el deporte profesional— se trata de dinero y no de la gloria por la victoria o el honor de competir. No obstante, los mundiales, en particular, son poco más que suntuosos ardides publicitarios, políticos y comerciales que canalizan cantidades grotescas de dinero y recursos provenientes de millones de aficionados alrededor del planeta, directamente hasta los bolsillos de unos cuantos funcionarios.

Y aunque este ha sido siempre —o casi siempre— el caso, nunca antes el tráfico de influencias, la corrupción y el cinismo rodeando la organización de un torneo futbolístico de alto nivel había sido tan evidente como en Catar 2022: un país con prácticamente nulo legado futbolístico, cuya selección nacional jamás se había clasificado a una copa del mundo y donde el único acercamiento al deporte se había dado a través de las inversiones multimillonarias en clubes de élite.

Futbol: ¿dinero o gloria? Tomada de: Público.

Sí, la elección de Catar como nación anfitriona sigue (hasta cierto punto) el discurso de la FIFA por “ampliar” el panorama de la competencia e integrar cada vez más países dentro de la organización; básicamente volver más global un deporte que se juega y se mira en todo el planeta. Así pues, en este milenio hemos tenido mundiales en Corea y Japón, Sudáfrica y Rusia (ufff), siendo el torneo de este año el primero que visita el “mundo árabe” y la constantemente problemática región del Oriente Medio

Pero aunque el secretario general del comité organizador, Hassan Al-Thawadi, ha declarado que “el propósito de estos eventos es permitir que personas de todo el mundo visiten un país nuevo y experimenten de primera mano su cultura y costumbres”, cuando se trata de una nación sumergida en la opresión, la intolerancia, la esclavitud y el desprecio de los derechos humanos básicos, es momento de empezar a preguntarnos si todo eso vale la pena por 90 minutos de futbol. 

Sangre, sudor y lágrimas

Múltiples fuentes, incluyendo The Guardian, la ONU y Human Rights Watch han reportado que más de 6,500 trabajadores inmigrantes, la mayoría provenientes de Nepal, India, Bangladesh y Pakistán, han perdido la vida desde el inicio de la construcción de nuevos estadios, carreteras y hoteles en 2010.

¿Esclavos para el futbol? Tomada de: Vadot.

Las muertes, ocasionadas por las deplorables condiciones laborales y de vida a las que estos trabajadores han sido expuestos, se suman al trato infrahumano que reciben estos inmigrantes (en un rol cercano al de esclavos), a quienes se les rehúsan los pagos y se les pone a trabajar en condiciones inseguras e insalubres. Claro, el gobierno catarí no ha perdido tiempo en dictaminar la mayoría de esos decesos como “muertes naturales”… derivadas de infartos y cansancio por pasar más de 12 horas diarias construyendo una carretera en medio del desierto a una temperatura superior a los 50°C.

En Catar todos son bienvenidos, excepto…

Cualquier miembro de la comunidad LGTBQ+, claro, así como toda persona a quien le guste beber una cerveza en el estadio. Ah, y mujeres solas, de preferencia abstenerse. Lo mismo aquellos que tengan planeado cualquier tipo de protesta contra el impacto ambiental del evento o la religión musulmana. De hecho, bajo el artículo 136 del Código Penal de Catar, cualquiera que proteste o se manifieste públicamente sobre temas como corrupción, cambio climático o derechos humanos durante el torneo, se hará acreedor a una multa de 25 mil dólares.

Activistas protestan en el Museo de la FIFA antes del mundial de Catar. Tomada de: Yahoo.

Durante la Copa Mundial FIFA 2022, un torneo deportivo que —supuestamente— promueve el amor, la paz, la inclusión y el estar todos unidos por una misma pasión, los asistentes no solo no podrán tomar alcohol o demostrar su afecto públicamente, ni tendrán la libertad de ir y venir a placer o expresarse abiertamente sobre temas controversiales, sino que además presenciarán un espectáculo orquestado por funcionarios cargados de corrupción, en estadios mausoleos construidos con la sangre, y sobre los cuerpos, de miles de obreros mal pagados, malnutridos y olvidados.

Que rueden las cabezas y que ruede el balón.

Pueblos mágicos imperdibles

¿El exceso de trabajo y el estrés te alcanzaron? De ser así, sin duda necesitas darte un respiro en el que te desconectes por completo de todos tus pendientes para conectar contigo mismo, y qué mejor que hacerlo en algún lugar paradisiaco. No importa si prefieres la playa, el bosque o un pueblito tradicional, aquí te dejamos el top 5 de los Pueblos Mágicos imperdibles en México, sitios en donde la naturaleza te atrapará con sus encantos.

1. Bacalar: sumérgete en sus encantos

Si —como a mí— te han dicho que pareces sirenita o tritón porque en cuanto ves el agua te sientes en tu hábitat natural, este lugar te va a fascinar. Se trata de un paradisiaco pueblo ubicado en Quintana Roo, casi en la frontera con Belice. Destaca por su Laguna de siete colores (se llama así porque tiene diversas y bellísimas tonalidades de azul) y es ideal para nadar, surfear, practicar kayak o dar paseos en lancha.

Otro atractivo es el Canal de los piratas, recibe ese nombre porque ¡en tiempos pasados fue el escenario de numerosos enfrentamientos con piratas y corsarios! Otros sitios que tienes que visitar son los famosos cenotes, aquí puedes snorkear, bucear o relajarte en una hamaca mientras disfrutas de una refrescante piña colada.

Viaje en kayak. Tomada de México Destinos.
2. Huasca de Ocampo: prismas y haciendas con secretos

Este destino se encuentra en Hidalgo, a menos de cuatro horas de la Ciudad de México, y no por nada es uno de los pueblos más visitados. Uno de sus atractivos mayores son los Prismas Basálticos: enormes formaciones rocosas con cascadas, en donde te relajas al solo escuchar el sonido del agua caer.

Otro sitio famoso es la Barranca de Aguacatitla, ideal para hacer senderismo, rapel, etc. Ahora que, si prefieres algo más relajante, date un tour por la Hacienda de San Miguel Regla y/o la Hacienda Santa María Regla, esta última es conocida por su estilo barroco, además de que tiene laberintos y túneles secretos en los que hace mucho tiempo se transportaba oro y plata.

La magia de los Prismas Basálticos. Tomada de: México Destinos.
3. Xilitla: ¿un cuento de hadas?

Al hablar de pueblos mágicos, Xilitla no podía faltar. Se trata de un sitio que parece sacado de un cuento de hadas: misterioso, surreal y paradisiaco.

Se ubica en la Huasteca Potosina y cuenta con varios sitios de ensueño, uno de ellos es el bello Sótano de las golondrinas, un impresionante abismo natural que tiene una profundidad de 512 metros y en donde las aves como cotorros y vencejos despliegan sus alas y vuelan formando un bello remolino.

También tienes que conocer los paisajes que ofrecen la cascada Los Comales, el embarcadero La Morena, el Cerro de la Silleta y la Cueva del Salitre. Y no puedes irte sin dar un recorrido por el pueblo, en donde el desorden arquitectónico, las calles circulares y los callejones inconclusos te parecerán de otro mundo.

Para cerrar con broche de oro, prueba los exquisitos platillos típicos de esta región como las enchiladas huastecas con cecina, la barbacoa de res, los chicharrones y las carnitas, acompañados con un aguardiente, vino de jobo, de capulín o de naranja, atole de piña o dulce de chayote.

Tómate un respiro. Tomada de: México Viajes.
4. San Cristóbal de las Casas: viaje en el tiempo

Si quieres viajar al pasado este es el pueblo ideal, porque aquí se mezclan la arquitectura de la Nueva España con un toque de la cultura maya. Da un viaje en turibus o únete a las callejoneadas para conocer más a fondo la historia de sus sitios emblemáticos.

Algunos de los lugares imperdibles son: la Casa de la Sirena, que se distingue por ser la casa más antigua del sitio (es del siglo XVI). O si lo tuyo son las aventuras más extremas, visita el parque ecoturístico El Arcotete y practica rapel, lánzate por la tirolesa o adéntrate en una misteriosa gruta.

Además, si como buen chilango eres fan de los tamales, disfruta de algunos de sabores diferentes: de azafrán, de coco o de bola, este último se caracteriza por su forma redonda y está relleno de carne de cerdo guisada con jitomate y especias.

Calles con historia. Tomada de: San Cristóbal de las Casas.
5. Valle de Bravo: vuela entre las nubes

Se trata de uno de los pueblos mágicos predilectos por los mexicanos, tal vez porque además de encontrarse a pocas horas de la CDMX nos ofrece un gran contacto con la naturaleza y una diversidad de actividades.

Visita la Cascada Velo de Novia, la cual tiene una caída de agua de 35 metros y está rodeada por un espeso bosque verde, estar aquí es garantía de una gran relajación.

También puedes dar un recorrido en lancha, velero o yate en el lago. O si prefieres emociones más fuertes, sube al Cerro de la Cruz, desde donde se aprecia todo Valle de Bravo; y si te gusta volar por los cielos y sentir el viento rozando tu rostro puedes lanzarte en parapente o ala delta, ¡anímate!

Un viaje entre las nubes. Tomada de Flumen.

 

¿Cómo nos cambió la pandemia emocionalmente?

La pandemia por COVID-19 vino a recordarnos que si algo es seguro en la vida son los cambios y que nada es permanente. Aunque a lo largo de nuestra existencia muchos ya habíamos experimentado pérdidas de diversos tipos, la pandemia puso a prueba nuestra salud mental cuando tuvimos que alejarnos o despedirnos definitivamente de familiares, amigos, parejas e incluso de nuestros trabajos o —en el confinamiento— de algo tan común como nuestra libertad de salir. De acuerdo con la psicóloga belga Elke Van Hoof, este hecho fue: “el mayor experimento psicológico de la historia”.

Meses después, a pesar de que el caos de la pandemia parece haber disminuido, han quedado secuelas no solo físicas en algunos pacientes sino también emocionales en todo el mundo. Los psicólogos, psiquiatras y especialistas en salud mental han dado a conocer un aumento en las consultas por trastornos de ansiedad y depresión, entre otros padecimientos.

Tiempos pandémicos. Tomada de: Revista Nota Uniandina.
Lo que la pandemia nos dejó

Aunque la pandemia nos puso a prueba a todos, algunos resultaron más afectados a nivel psicológico que otros, esto se debe a la resiliencia individual de cada quien, es decir, a la capacidad de adaptación que tenemos frente a las adversidades que se nos presentan, pero también influyeron las situaciones que cada uno vivió.

Por otro lado, el aislamiento social también detonó varias consecuencias, algunas de ellas fueron:

  • Miedo al contagio y/o a la cercanía: si algo nos repitieron hasta el cansancio es que la distancia es sana, tanto que a nivel emocional nos lo creímos e incluso restringimos los abrazos y besos. Sin embargo, a pesar de ser una medida sanitaria válida, de acuerdo con la psicoanalista Araceli Franco puede desembocar en un rechazo por los demás que termina siendo perjudicial.

Por eso, en nuestra vuelta a la “normalidad” es necesario retomar el afecto con nuestros seres queridos, ya que varios estudios aseguran que sentir la piel del otro disminuye el dolor físico, fortalece el sistema inmunitario y reduce los síntomas de ansiedad y depresión.

El encanto del afecto. Tomada de Tenor.
  • El síndrome de la cabaña: la pandemia aceleró a pasos agigantados el uso de la tecnología; muchos trabajos, escuelas y reuniones pasaron a ser en línea. En este tiempo algunos nos acostumbramos a la comodidad de laborar desde casa y ahora nos ha sido complicado volver a socializar en persona. Por ello, la psicoterapeuta Franco menciona que es importante que quienes experimenten este efecto no lo repriman y compartan su sentir con alguien de su confianza.
  • Burnout o agotamiento mental: en la pandemia, de un día para otro el trabajo y la vida en casa se mezclaron. ¿En qué momento terminaba el horario laboral y en qué momento finalizaban los trabajos en casa? Para muchos el ciclo era interminable. Esto nos provocó agotamiento mental excesivo, insomnio, sedentarismo y en los casos más graves detonó depresión o ansiedad. Por eso es recomendable dedicar un tiempo para realizar algún deporte o hobbie, eso nos ayudará a disminuir el estrés.

    Emociones encontradas. Tomada de: El país.
Después de la tormenta sale el sol

Otra enseñanza que nos dejó la pandemia es la importancia de cuidarnos a nivel físico y mental porque estar sanos será nuestra mejor arma frente a las adversidades y padecimientos que se nos presenten. Algunos consejos que recomiendan los expertos son:

  • Dormir bien: cuando no descansamos bien estamos de mal humor, no nos concentramos bien y somos menos productivos. El sueño es fundamental para nuestro cerebro y salud mental, además de que nos ayuda a la regulación emocional.
  • Hacer ejercicio: darnos un rato para ejercitarnos (caminar, correr, ir al gym, nadar, bailar) puede marcar la diferencia en nuestros días, porque además de reducir el riesgo de enfermedades también mejora nuestro estado de ánimo.

    Una dosis diaria de ejercicio. Tomada de: Aula virtual las águilas.
  • Alimentarse saludablemente: cuando comemos sanamente muchas cosas positivas pasan dentro de nosotros, mejora el rendimiento de nuestro cerebro, mantenemos sana nuestra piel, prevenimos enfermedades del corazón, cáncer, problemas de la vista y además, protegemos nuestro sistema inmunitario.
  • Crear: cuando las emociones nos desbordan es reconfortante plasmarlas en un papel, ya sea escribiendo cómo nos sentimos, dibujando o pintando. Es una forma terapéutica de sacar todo aquello que nos atormenta.

Estas actividades nos benefician mucho, pero es importante reconocer cuando también requerimos ayuda profesional para enfrentar las secuelas emocionales que nos dejaron las pérdidas y los cambios que vivimos durante la pandemia para que así podamos transformar los miedos, aceptarlos, procesarlos y darles un nuevo sentido.

Bitcoin inició el fuego (siempre estaba ardiendo)

¿Recuerdan hace un par de años, durante el apogeo de la pandemia, cuando de lo único que se hablaba en el mundo –además de los estragos del honorable Coronavirus– era de Animal Crossing, las carreras de canicas de Jelle’s Marble Runs y Bitcoin? 

Fue en 2020 cuando Bitcoin –y la mayoría de las criptomonedas– tuvieron un despunte descomunal ocasionado, en parte, por la incertidumbre financiera que se vislumbraba una vez terminase la pandemia (y que hoy nos saluda en la forma de una muy amena inflación). 

Carrera de canicas. Tomada de Tumblr.

Claro, si las criptomonedas prometían estabilidad, seguridad y cero devaluación, lo lógico sería transformar todos nuestros ahorros en un puñado de Ethereums o Dogecoins, ¿no? Ilusiones y estafas piramidales de lado, esa explosión en la demanda de criptomonedas, la cual, a su vez, incrementó su valor, trajo consigo algo más que el nacimiento de los “Crypto Bros” y la gran escasez de procesadores del milenio (y de tarjetas gráficas, Teslas, consolas de videojuegos, etc.), también fue el momento en que las criptomonedas se convirtieron en un peligro más al medio ambiente, y otro factor directamente relacionado con el calentamiento global.

Heigh-ho Heigh-ho

We dig dig dig dig dig dig dig in our mine the
Whole day through
To dig dig dig dig dig dig dig is what we really like to do
It ain’t no trick to get rich quick

Como bien lo dijeran Gruñón, Feliz, Tímido y los demás enanos, no hay un truco para hacerse rico rápido (aunque las “cripto” parecieran serlo); el secreto es cavar y minar, minar, minar, minar el día entero y sin descanso. “Minar”, en el mundo tecnológico, se refiere a correr programas especializados capaces de resolver ecuaciones complejas y “desfragmentar” los códigos que, a la postre, se convertirán en criptomonedas. 

Pero hoy no vamos a hablar de cómo es que se producen estas divisas virtuales, ni la diferencia entre cada una. Ni siquiera debatiremos el sentido o propósito de su existencia. Hoy nos enfocaremos en un dilema de mucha mayor importancia: el daño que estos cachivaches inverosímiles causan en el planeta.

Criptomonedas. Tomada de Profesionistas.org

De acuerdo con un estudio, hoy en día la energía utilizada por los millones de máquinas conectadas trabajando día y noche en la recolección de Bitcoins está a la par de la empleada por Suecia. Sí, todo el país escandinavo usa la misma energía que un montón de procesadores resolviendo ecuaciones. Además, se reporta que la práctica del mining ha acabado con el ahorro energético generado por los autos eléctricos en todos los años que han sido comercializados. 

Desafortunadamente eso no es todo, en vista de que la mayoría de las redes eléctricas en zonas urbanas no están diseñadas para soportar la intensa demanda energética de los (en su mayoría) laboratorios clandestinos de “cosecha”, dichas operaciones han tenido que recurrir a métodos menos convencionales de producción energética: plantas –abandonadas– de carbón.

Insertar chiste obligatorio con la palabra “carbón”

La generación de una sola criptomoneda requiere cantidades absurdas de electricidad. Pero, aunque el simple hecho de tener una máquina encendida 24/7 es razón suficiente para incrementar la temperatura del planeta, el hecho de que los grupos y “empresas” de mining empleen auténticas plantas de carbón, las cuales de por sí son ya obsoletas y representan un claro riesgo para la salud de las personas y el medio ambiente debido a las emisiones de dióxido de carbono y otros gases nocivos, es doblemente insultante.

¿Contaminación por criptomonedas? Tomada de News 2022.

Hoy, a pesar de que la burbuja de las criptomonedas parece haber estallado y el inevitable crash impactó la vida y economía de millones de personas, Bitcoin & co. siguen claramente vivas. Mientras haya demanda habrá oferta, después de todo. Y a pesar de que muchas compañías especializadas en cripto han abogado por buscar alternativas más “sustentables” en cuanto a su producción/necesidad eléctrica, la realidad es que esta es una de esas cosas innecesarias en el mundo, cuya desaparición causaría más bien que mal y donde el único motivador detrás de toda esa artimaña de muchos niveles es –como en todo– la avaricia humana.

Conlangs: idiomas artificiales

Cuando éramos niños, muchos de nosotros hablamos el “idioma de la efe” con nuestros amigos, hermanos o primos, era un idioma “secreto” que solo los más pequeños entendíamos (o al menos eso creíamos). Para usarlo bastaba con dividir una palabra en sílabas e intercalar sílabas en efe: “hola”, se decía “hofolafa”. Sin darnos cuenta usamos una lengua artificial o conlang construido años atrás con el único fin de divertirnos.

El término conlang —dado por el lingüista Otto Jespersen— tiene su origen en las palabras en inglés constructed language y se refiere a los lenguajes que una persona o un grupo crea conscientemente, basándose en la gramática y vocabulario de uno o varios lenguajes que ya existen. Es decir, surge de manera artificial en lugar de evolucionar naturalmente.

Algunas lenguas artificiales son hechas por lingüistas que buscan instaurar una lengua universal que sea sencilla de utilizar para todos, mientras que otros idiomas artificiales son inventados con fines artísticos: para dar a los personajes de una novela, cuento, serie o película un propio idioma.

Descifrando signos. Tomada de C. J. Eguren.
De la fantasía a la realidad

Uno de los creadores más famosos de conlangs fue J. R. R. Tolkien, quien creó múltiples idiomas para llevarlos a sus historias. Una de ellas fue El señor de los anillos (1954-1955), en donde las criaturas de la Tierra Media hablan diversas lenguas, como las élficas quenya y sindarin, que en la vida real están basadas en los alfabetos tengwar y rúnico.

Otras obras literarias —que se llevaron a la pantalla grande— en las que podemos leer/escuchar idiomas artificiales, han sido:

  • 1984 (1949) de George Orwell, en donde el autor introduce la neolengua para mostrar cuán totalitario es el estado de Oceanía.
  • La Naranja Mecánica (1962) de Anthony Burgess está escrita en inglés y nadsat, la lengua vernácula preferida por los adolescentes de la novela.
  • La saga de Harry Potter (1997-2007), en donde algunas criaturas mágicas, Voldemort y el protagonista hablan por momentos en pársel, la “lengua de las víboras” inventada por su autora J. K. Rowling.
Harry Potter hablando pársel. Tomada de Tenor.

Estas son algunas de las más conocidas, pero varios escritores han optado por inventar conlangs para darles mayor originalidad a los mundos y a los personajes únicos que nos presentan.

 Esperanto: un lenguaje para todos

¿Te imaginas que todos habláramos un mismo idioma en todo el planeta?, sin duda sería más sencillo comunicar nuestras ideas y emociones con las personas de otros países.

Este era el sueño de Ludwik Lejzer Zamenhof, un doctor polaco que inventó el esperanto —a finales de la década de 1800— con la finalidad de facilitar las conversaciones entre los individuos de cada rincón del mundo y con ello crear un mundo sin desigualdades.

Un idioma para todos. Tomada de Awareness’ s blog.

Así, creó el libro Unua Libro (1887) en donde plasmó las bases del esperanto, el cual contaba con 920 raíces léxicas que, combinadas en 16 sencillas reglas gramaticales de la lengua, podían formar miles de palabras. Las raíces de este conlang estaban basadas en gran medida en el latín, con notables influencias del ruso, polaco, inglés y alemán; sin embargo, era muy sencillo de aprender.

Si quieres saber si el esperanto se convirtió en una lengua hablada por todo el mundo y conocer más sobre cómo y para qué se crean los idiomas artificiales, ¡no te pierdas el nuevo capítulo de Ñoñerías de la Lengua, el podcast de 360 Agencia Editorial!

 

El mapa terrestre, según Earth 2050

Muchos de nosotros nos preguntamos cómo será la vida en la Tierra en el futuro. Principalmente después de que nuestro planeta ha pasado por una gran cantidad de eventos catastróficos como huracanes, terremotos, pandemias, escasez de agua y pérdida de la biodiversidad, algunos de estos como producto del cambio climático.  

Para saber qué le ocurrirá a la Tierra, cómo será nuestra vida en el futuro, qué trabajos tendremos, qué comeremos y cuáles tecnologías estarán imperando a lo largo del mundo, la compañía Kaspersky, en colaboración con futurólogos, científicos e internautas ha creado el proyecto Earth 2050. Un bosquejo que nos da un vistazo de cómo será la vida en la Tierra dentro de 10, 20 y 30 años a través de un mapa terrestre interactivo

Una vez que el usuario seleccione un año –2030, 2040 o 2050– y se posicione sobre alguna región del mapa, conocerá cuáles son las predicciones en cuanto a tecnología, alimentos e infraestructura para las diferentes ciudades y países. Los círculos en el mapa indican los lugares donde alguien ha dejado una predicción, aprobada por un moderador. Muchas de las ilustraciones son panorámicas, a 360 grados. 

Mapa interactivo del proyecto Earth 2050. Tomada de The Index Project.

Con este mapa, Kaspersky busca saber qué amenazas existirán, qué hay que proteger y cómo interactuará el entorno físico con el virtual. De esta forma, cuanto más se consideren las trayectorias probables de la sociedad y la tecnología, más se podrá prever, haciendo que nuestro futuro común sea mejor y más seguro. 

La vida actual en la Tierra

Nuestro hogar, el de millones de personas, plantas y animales, es un planeta terrestre y rocoso, que tiene una superficie sólida y activa con montañas, valles, cañones, llanuras, entre otros. En este, catalogado como planeta océano, el agua cubre el 70% de la superficie y su atmósfera está compuesta particularmente por nitrógeno y oxígeno. Estos elementos, así como la distancia que la separa del Sol, su tamaño, densidad, el campo magnético terrestre y la presencia de otros bioelementos hacen posible la vida en la Tierra

Al día de hoy se estima que la población mundial alcanza los 7 900 millones de personas y de acuerdo con las Naciones Unidas se espera que para 2050 alcance los 9 700 millones, mientras que para 2100 habrá 11 000 millones de personas.

La Tierra vista desde el espacio. Tomada de Tenor.

Este crecimiento acelerado de la población, aunado al avance tecnológico de los últimos años ha propiciado nuevas formas de convivencia entre el hombre y la naturaleza. Las grandes ciudades han sido testigos de cómo la tecnología está cambiando el mundo y la vida del hombre.

Redes sociales que nos conectan con los demás, tecnologías para limpiar los océanos, cambios de paradigmas en los sistemas educativos y en las empresas promueven nuevas formas de aprendizaje y colaboración para afrontar los continuos desafíos. 

Earth 2050 predice el impacto de la tecnología en el futuro

De acuerdo con Earth 2050 las imágenes del futuro variarán, desde guerras por los recursos naturales hasta la recuperación de los bosques. Estas son algunas expectativas.

El calentamiento global seguirá avanzando. A tal punto que a mitad del siglo XXI el Polo Norte se derretirá y en el Ártico no habrá nieve, lo que supondrá nuevos panoramas para la navegación comercial y militar. Incluso se cree que podrían empezar a crearse balnearios árticos.

Para 2050 se espera que en Moscú existan hoteles flotantes, avatars y turismo espacial.

Imagen futurista de Moscú en 2050. Tomada de Earth 2050.

Si bien, al parecer el derretimiento del Polo Norte podría beneficiar a algunos países, otros sufrirán consecuencias catastróficas, como en el caso de Daca, la capital de Bangladesh, la cual se encontrará bajo el agua como consecuencia del incremento del nivel del mar.

La nanotecnología podría salvar a la humanidad de la hambruna. En cuestión de los alimentos, algunos afirman que la sobrepoblación, la escasez de agua y el calentamiento global conducirán a revueltas y guerras por los recursos naturales. Sin embargo, otros afirman que gracias a la nanotecnología se crearán mecanismos para convertir el agua salada en agua dulce, lo que protegería a África y América Latina de la sequía.

El futuro depara un mundo desigual. Kaspersky también augura que habrá un crecimiento de la desigualdad, ya que mientras que en los países desarrollados la vida será más cómoda –en cada hogar habrá una impresora 3D y hologramas–, el destino de los países poco desarrollados o en vías de desarrollo no será así, solo la gente con riquezas podrá acceder a los privilegios.

El futuro. Tomada de Impulsplus.

La inteligencia artificial superará a los humanos. Definitivamente, algo que destaca Kaspersky es que la inteligencia artificial seguirá desarrollándose y los robots podrían llegar a sustituir a las personas. Incluso, hay pronósticos extremos que plantean que el intelecto artificial gobernará a los humanos. 

En conclusión, a pesar del panorama proyectado por Earth 2050, se desconoce si los pronósticos se cumplirán o no, por lo que el futuro de la Tierra todavía está por verse.

Por Verónica González

Lenguas en peligro de extinción

“Solo el más fuerte sobrevive” es una expresión usada indiscriminadamente para subrayar la canibalística idea de que la supervivencia de una persona, especie o raza en un ambiente hostil es de mayor importancia que otra. Y aunque la teoría evolutiva dicte que este es el camino hacia la evolución y perseverancia del ser mejor adaptado, la pérdida de una especie, por débil que esta sea, implica más que un simple tache en los libros de historia.

En el lenguaje ocurre un fenómeno similar; los idiomas cambian, evolucionan. Se adaptan a las condiciones actuales y se aprovechan de las alteraciones globales para crecer y expandirse.

Sin embargo, a medida que una lengua se fortalece, muchas otras, aisladas del mundo exterior o carentes del poder económico-social de sus contrapartes, terminan por recular, marchitarse y eventualmente morir. Especialmente ahora cuando los emojis y el leet son más empleados y populares que el náhuatl. El leet o 1337 o leet speak es un tipo de escritura alfanumérica, usada primordialmente en Internet, donde los números sustituyen a las letras que más se asimilen a su forma gráfica, es decir, el 3 sustituye a la E, mientras el 4 reemplaza a la A, y así sucesivamente. 

Panorama actual

De acuerdo con la UNESCO, actualmente existen unas 3,000 lenguas en peligro de extinción, casi la mitad de las más de 6,000 que se hablan alrededor del mundo. De ellas, 9.6% están en situación crítica; 8.95% se encuentran en serio peligro; 10,65% en peligro de extinción y 9.85% en estado vulnerable.

Es decir, la mayor parte de las lenguas en peligro (1,907) son habladas por menos de 10,000 habitantes, mientras que aquellas en estado crítico o de alto riesgo, son usadas por apenas cientos de personas o menos. Algunas, incluso, residen en una sola persona o una familia.

Para la UNESCO, la diversidad lingüística se ve amenazada por los modelos de educación mono y bilingües y los enfoques inapropiados para el desarrollo del lenguaje. Y cómo no, si en las escuelas lo que se enseña es el uso y comprensión de lenguas globales; idiomas que – con miras en el futuro – abran las puertas hacia un trabajo bien remunerado. Situación que, no tan sorprendentemente, sucede también en localidades remotas y pueblos indígenas, donde los padres impulsan a sus hijos a aprender español, inglés, chino o hindú para que puedan integrarse a una sociedad que poco ha hecho por integrarlos desde un principio.

Al final del día, podríamos achacar la desaparición de centenares de lenguas a través de los años a la modernización, urbanización y globalización. Pero la realidad es que este fenómeno no es nuevo, sino que ha sucedido repetidamente a lo largo de la historia, incluso antes más que ahora. Colonizaciones e invasiones han contribuido a la extinción de miles de lenguas que, en su momento, eran tan prevalentes y relevantes como ahora lo son el inglés y el español.

Después de todo, el genocidio no se limita a los seres humanos; trasciende más allá de las personas y se manifiesta en la completa erradicación de ideas, creencias y, por su puesto, costumbres y lenguas.

Conservación  

Hoy, afortunadamente, existe la intención de preservar estas lenguas en peligro de extinción con esfuerzos que, al igual que aquellos enfocados en flora y fauna en riesgo de desaparecer, podrían parecer fútiles a estas alturas. No obstante, lingüistas alrededor del mundo, con ayuda de herramientas digitales, han colaborado en la creación de diccionarios escritos donde al menos se conserve un vestigio de la lengua, aunque en papel, algunas de las expresiones pierdan algo de su significado. 

Cada día 21 de febrero, desde el 2002, la UNESCO celebra el Día Internacional de la Lengua Materna; iniciativa que busca salvaguardar la diversidad lingüística y fomentar la inclusión de las lenguas indígenas, tribales y autóctonas en un mundo por demás homogeneizado. Se estima que cada dos semanas una lengua desaparece. Si este dato se aplicara a los humanos, es decir, que cada 15 días una tribu indígena o raza se extinguiera, las alarmas estarían sonando desde hace ya algún tiempo.

MIRA HACIA EL FUTURO

Por ello podríamos pensar, ¿cuál es el problema de perder una o varias lenguas en desuso y que no aportan aparentemente nada a nuestro mundo de redes sociales y bebidas energéticas? Ultimadamente da igual. Quizás sí, quizás no, quizás jamás sintamos el impacto de la desaparición de la lengua amami de Japón; mientras sigan produciendo animé y podamos comer sushi al 2×1, ¿qué más da? 

Sin embargo, perder un lenguaje es perder un fragmento de historia, una ventana a una cultura y una ideología particular, donde sus habitantes poseen una cosmovisión distinta del mundo. Ese punto de vista, esa forma de mirar la naturaleza, la vida y a los mismos humanos se desvanece una vez que el último hablante se marcha.


Los cuentos, canciones y ritos de todo un pueblo dejan de existir al no haber quién los transmita y, mucho menos, quién los escuche. Y en algunos cientos de años –si el planeta sigue vivo para presenciarlo– cuando el 95% de la población hable chino-mandarín y el español sea una lengua en peligro de extinción, nuestros descendientes lamentarán el no poder exclamar “¿qué tranza?” al no existir nadie que responda, entusiasta: “carnal”.

 

Ciudad-seudónimo

Hay escritores que crean pueblos o ciudades de otros planetas. Hay autores que conciben universos o lugares imposibles dentro de la Tierra. 

Italo Calvino inventó ciudades-espejo, ciudades-deseo, ciudades-símbolo, ciudades-destino y muchas más de nombres exóticos y cualidades desafiantes en Las ciudades invisibles. J.R.R. Tolkien no solo creó pueblos, sino regiones inconmensurables atrapadas en la Tierra Media… y sus lenguajes. Y George R.R. Martin describe ciudades siempre en guerra en su serie Canción de hielo y fuego.

GRANDES CIUDADES LITERARIAS

Hay escritores que no inventan, recrean un sitio particular de nuestro mundo, un pueblo que ya existe y le dan vida nueva. A este pueblo le cambian el nombre, le extraen historias y personajes que lo cambian para siempre y lo vuelven famoso, universal, lo convierten en un pueblo mítico, literario, una zona que conocerán lectores de diversos lugares.

  • Así lo hizo William Faulkner con Lafayette, al que rebautizó con el enredado nombre de Yoknapatawpha County
  • Lo hizo también Marcel Proust cuando le puso Balbec a un lugar llamado en realidad Cabourg.
  • El Aracataca natal de Gabriel García Márquez se hizo famoso bajo el nombre de Macondo, tanto así que los mismos habitantes de este pueblo colombiano (los verdaderos, no la familia Buendía) han solicitado que se le cambie el nombre para ser oficialmente Macondo, siempre Macondo.
  • Juan Rulfo tomó el nombre de Comala, un pueblo de Colima, y lo trasplantó a un universo literario donde su Comala se parece poco al verdadero. Rulfo lo habita de fantasmas y los hace tatemarse en el calor del pueblo como si andarán sobre las brasas de una hoguera.
  • El Cuévano de Jorge Ibargüengoitia es fácil de identificar, en realidad es Guanajuato, pero el autor lo describe bajo seudónimo para ironizar la doble moral, las costumbres absurdas y la gente timorata.

Macondo, Comala y Cuévano, ciudades-seudónimo, existen, pero resultan más reales cuando son escritas por García Márquez, Rulfo e Ibargüengoitia y son reinterpretadas por cada lector a su manera.