Contenido generado por el usuario o por qué las GoPro se venden solas

Hoy en día las empresas que mejor saben vender y venderse evitando la publicidad tradicional, son las que más entienden las necesidades no solo del consumidor moderno, sino de la persona detrás. Con el paso de unos pocos años se ha vuelto indiscutible que GoPro es uno de estos casos.

Una de las múltiples maneras en que está innovando es a través de sus estrategias de marketing de contenidos: un claro ejemplo es su enfoque al contenido generado por los usuarios, conocido universalmente como «user generated content» en el siempre cambiante mundo del marketing y su constante introducción de anglicismos.

Se trata de hacer que tanto los consumidores ya fieles como los potenciales de una marca (usuarios), proporcionen por sí mismos aquello que la va a promover y definir (su contenido). Pero ¿cómo lo hace GoPro? Valiéndose, como lo están haciendo todas las empresas que se amoldan a esta era virtual, en las redes sociales, que resultan fundamentales en muchos sentidos.

Ponerse la camiseta

La campaña de GoPro, que ya no puede llamarse “campaña” como tal pues desde hace varios años quedó instaurada como un mecanismo fijo, ha consistido en hacer un llamado a todos los seguidores de las redes sociales de la marca a compartir su contenido mediante el uso de hashtags y otro tipo de recursos característicos de páginas como Instagram, para viralizarlo —y a sí mismos— al momento. De tal suerte que las posibilidades de las distintas cámaras y productos de GoPro, su alcance y su calidad hablan por sí solos en cuanto el usuario las comparte.

Y no es difícil explicar el concepto, pues, una vez echada a andar la maquinaria, los engranajes del contenido generado por los usuarios están en constante movimiento. Mientras más va convenciendo un producto, más seguidores va teniendo y (en casos como el que nos atañe) más contenido generan estos.

Los de GoPro crecen exponencialmente: son ya más de 17 millones solo en el sitio oficial de Instagram. Esto da una idea de cuántos videos y fotografías generan estos cómplices-consumidores que, poniéndolo en términos atléticos, se ponen la camiseta de GoPro (analogía que va muy bien pues por lo menos la mitad de quienes comparten su contenido son del ámbito deportivo).

La era de compartir

Lo que nos lleva a un término que ha circulado por un par de años: la «democratización del contenido». Los usuarios crean una sociedad en torno a la marca y, con base en el contenido que generan todos los días y gracias al concepto de los likes, se va estableciendo cuál es el de mayor calidad (o relevancia de algún tipo, pues de otro modo no tendrían la cantidad de “me gusta” que tienen) día con día o mes con mes.

Por extensión, todo producto exitoso en redes sociales lleva a crear alianzas estratégicas con otras empresas y marcas persona. En la era de compartir, que nuestro producto crezca por sí mismo resulta casi inconcebible. Al darse cuenta de  ello GoPro, ha generado a través de los años alianzas con empresas líderes tanto del contenido viral como del audiovisual. Véase particularmente la que tiene con Red Bull.

Además del marketing, en esta simbiosis Red Bull y GoPro hacen que el espectador no solo tenga una perspectiva más amplia de los deportes extremos, sino que la conexión del ser humano con el entorno vaya mostrándosenos cada vez menos forzada y más natural por la perspectiva de las cámaras-hombre, ya que, después de todo, empiezan poco a poco a convertirse en un solo ente.