Moraleja o todo está conectado
Los redactores de marketing de contenidos no tenemos que ser poetas o dramaturgos ni irnos a beber absenta o fundar colegios extraños, pero sí podemos tomar algunas enseñanzas de estos “locos positivos” para mantener fresca nuestra escritura y generar continuamente nuevas ideas. En primer lugar, el sentido del humor puede aportar frescura a nuestros textos y enganchar a los lectores a leer de principio a fin.
Si bien la Patafísica aporta cuestionamientos divertidos pero inútiles, buscar soluciones nuevas y conexiones inesperadas puede dar un plus a una que otra de las historias que contamos.
Los surrealistas y dadaístas ensayaron diversas técnicas que resultaron en obras maravillosas. Probar algunas de ellas puede alimentar nuestra inspiración y ayudarnos a soltar la pluma, especialmente en los tan temidos “bloqueos creativos”.
Aquí hay algunas “correspondencias inesperadas” entre las técnicas de estos vanguardistas y cómo podemos aplicarlas en el universo del marketing de contenidos:
- El cadáver exquisito. Es un juego que inauguraron los surrealistas en el que entre dos o más personas aportan para hacer una obra de arte escrita o dibujada. En una hoja de papel, un participante escribe una frase o comienza un dibujo y la dobla, el segundo participante, sin saber lo que hizo el primero, continúa y así hasta lograr un escrito o imagen asombrosa. En una tormenta de ideas dos o más personas de un equipo aportan las ideas que se les ocurran y a partir de ellas se crea una campaña o un proyecto. La única diferencia es que todos ven al mismo tiempo lo que se está creando.
- El collage. Los dadaístas, en su anhelo de deconstrucción, usaron palabras sueltas y las convirtieron en poemas, o recortes de distintas publicaciones o materiales y los convirtieron en cuadros impactantes. Los redactores escuchamos distintas voces, consultamos diversas fuentes para elaborar nuestros productos.
- La escritura automática. Muchos textos surrealistas partieron de esta técnica, creada por André Breton influido por el psicoanálisis freudiano, que consiste en “un dictado del pensamiento, en ausencia de todo control ejercido por la razón y fuera de toda preocupación estética o moral”. Se trata de entrar en un estado que hoy podríamos llamar de “conciencia plena” y escribir rápidamente, sin prejuzgar, lo primero que se nos venga a la mente. Parece no tener mucha utilidad, pero esta “escritura mindfulness” quizá nos relaje, nos despeje y nos libere del bloqueo creativo.
- El manifiesto. Tanto dadaístas como surrealista emitieron sus declaraciones de existencia por medio de manifiestos, donde proclamaban quiénes eran, cuáles eran sus propuestas creativas y cómo deseaban que su arte impactara al mundo. ¿Acaso no es esta la misión, visión y valores de una empresa?
Foto de entrada por Noémi Macavei-Katócz en Unsplash