Insospechados beneficios del café, según la ciencia (Parte 1)

Nada como escribir sobre las bondades del café mientras te tomas una taza de ese líquido negro y reconfortante. Dicen que un buen cafecito por la mañana te acaba de despertar y te pone de buenas, mientras que uno bien cargado por la noche te mantendrá en pie para enfrentar una desvelada inevitable.

Pero ahora resulta que además de ser una bebida estimulante, el café aporta beneficios insospechados para nuestro cerebro, hígado, corazón y demás órganos. Médicos de diversas partes del mundo —seguramente amantes del café— han realizado decenas de estudios para fundamentar científicamente que, bebido con moderación —de dos a cinco tazas al día, equivalentes a alrededor de 400 mg—, el café puede hacernos bien, y mucho.

Coffee time. Tomada de Giphy.

En primer lugar, contiene compuestos bioactivos que contribuyen a sus poderosos beneficios para la salud. Muchos de dichos compuestos son antioxidantes, es decir, que combaten el daño causado por los dañinos radicales libres en las células. Los más importantes son:

  • Cafeína. El principal ingrediente activo del café, que estimula el sistema nervioso central.
  • Ácidos clorogénicos. Son polifenoles antioxidantes, los cuales pueden beneficiar algunas vías biológicas, como el metabolismo del azúcar en la sangre y la presión arterial alta.
  • Cafestol y kahweol. Presentes en el aceite natural del café, estos compuestos se encuentran en grandes cantidades en el café sin filtrar.
  • Trigonelina. Este compuesto alcaloide es inestable a altas temperaturas y durante el tostado forma ácido nicotínico, también conocido como niacina o vitamina B3.
Cafecito. Tomada de: Gifer.

Estas sustancias, cuyas cantidad en una taza de café pueden variar dependiendo de la preparación, podrían causar verdaderas maravillas en nuestro organismo:

1. Aumenta los niveles de energía

La cafeína es un estimulante del sistema nervioso central conocido por su capacidad para combatir la fatiga y aumentar los niveles de energía. 

Esto se debe a que bloquea los receptores de un neurotransmisor llamado adenosina, con lo que aumentan los niveles de otros neurotransmisores en el cerebro que regulan los niveles de energía, incluida la dopamina.

Aumento de energía. Tomada de: Tenor.
2. Puede estar relacionado con un menor riesgo de diabetes tipo 2

Una revisión de 30 estudios encontró que cada taza de café que las personas consumían por día estaba relacionada con un 6% menos de riesgo de desarrollar este tipo de diabetes, debido a la capacidad del café para preservar la función de las células beta en el páncreas, que son responsables de producir insulina para regular los niveles de azúcar en la sangre. 

Además, los antioxidantes que contiene el café pueden afectar la sensibilidad a la insulina, la inflamación y el metabolismo, involucrados en el desarrollo de la diabetes tipo 2.

3. Podría ayudar a la salud del cerebro

Algunas investigaciones sugieren que el café puede ayudar a proteger contra ciertos trastornos neurodegenerativos, como la enfermedad de Alzheimer y la enfermedad de Parkinson.

Café mágico. Tomada de Tenor.

Asimismo, como la cafeína promueve la liberación de neurotransmisores como la noradrenalina, la dopamina y la serotonina, esto puede mejorar varios aspectos de la función cerebral: estado anímico, tiempo de reacción, vigilancia, atención, aprendizaje y la función mental general.

Ciertamente, el café, además de reconfortante, tiene muchos otros beneficios respaldados por estudios científicos, entre ellos, menor riesgo de depresión, disminución de la grasa corporal y hasta una vida más larga.

Pero eso, lo sabrás en nuestra siguiente entrega.

 

 

Los maravillosos beneficios de la música

La música se ha convertido en la cómplice ideal a lo largo de nuestra vida, tanto en los días nublados en que nos invade la melancolía, como en los alegres, cuando solo queremos bailar sin control. Al poner play nos olvidamos de lo que nos rodea, nos transportamos a otra época, revivimos recuerdos y emociones, a muchos hasta se nos pone la piel “chinita” al oír nuestra rola preferida. Además, tiene otros beneficios que tal vez no conocías.

Cambia el estado de ánimo: la música —alegre o triste— nos hace más felices; según científicos del Instituto Neurológico de Montreal y de la Universidad McGill, en Canadá, al escuchar música nuestro cerebro libera dopamina, un increíble neurotransmisor que nos da placer y bienestar. Incluso cuando estamos nostálgicos, aunque escuchemos canciones tristes, al final terminamos con una sensación de paz, algunos expertos creen que esto sucede porque hacemos catarsis.  

Tomada de Pinterest.

Reduce el dolor: el cerebro libera endorfinas que nos hacen sentir bien y actúan como analgésicos naturales que disminuyen el dolor. Se ha comprobado que, si nos ponen música tranquila durante una cirugía, sentiremos menos dolor postoperatorio. 

Cambia la frecuencia de funciones corporales: definitivamente no toda la música es igual y en gustos se rompen géneros. Mientras que la música rápida como el rock, el metal o la electrónica aceleran nuestra frecuencia cardiaca, respiratoria y aumentan la presión arterial; la música lenta como la clásica, celta o instrumental tiene el efecto contrario, disminuye estas funciones corporales y nos tranquiliza. 

Tomada de El Definido

Mejora habilidades mentales: si eres de los que les cuesta memorizar información o adquirir nuevos aprendizajes, tal vez debas escuchar más música —clásica, sobre todo— o tocar un instrumento, porque de acuerdo con un estudio de la Universidad de Helsinki, la música activa los dos hemisferios del cerebro, incrementando nuestra retención de información y aprendizaje.

Fortalece el sistema inmunológico: cuando estamos estresados, en el cerebro se incrementa la liberación de una hormona llamada cortisol, esto hace que baje nuestra respuesta inmunológica y nos enfermemos fácilmente. Por el contrario, al escuchar música estamos en paz con nosotros mismos y aumentan nuestras defensas. 

Tomada de Ecoosfera.

¿Tienes algún género musical que te ponga contento en pocos segundos?, pues ahora que ya conoces algunos de los beneficios de la música, no dudes en poner tu playlist favorita a todo volumen. 

Días felices, días tristes

Existe el día más feliz y también el día más triste del año. Ambos se han establecido tomando en cuenta la opinión de algunos científicos. Una de las cuestiones centrales aquí es: ¿el clima puede afectar nuestro estado de ánimo?

El día más feliz

El pasado sábado 20 de junio fue, según la ciencia, el día más feliz del mundo. Psicólogos y meteorólogos fueron cuestionados acerca de las condiciones que debía tener un día del año para hacer de quienes lo vivieran personas felices.

El acuerdo se cerró favoreciendo al último día de la primavera, gracias a las expectativas que el verano genera en las personas: días soleados, templados y más largos, vacaciones, convivencia y la oportunidad de dormirse más tarde por disfrutar de noches cálidas.

Estas anheladas expectativas nos hacen producir mayor cantidad de serotinina, la “hormona de la felicidad”, que actúa sobre nuestro organismo mediante funciones tales como regular el sueño, aumentar el deseo sexual e incrementar nuestra temperatura corporal.

Día soleado, Zwaddi en Unsplash

El día más triste

Por el contrario, el tercer lunes de enero ha sido nombrado Blue Monday, lo que equivale al día más triste del año, por los factores opuestos a los que hacen del 20 de junio el día más feliz.

El invierno representa noches más largas y días cortos, lo cual, aunado al fin de las vacaciones de fin de año y a que estamos gastados tras las festividades, la orgía de compras y comidas especiales, provoca que el mencionado lunes nos invádala depresión.

Este día es producto de una fórmula matemática creada en 2005 por Cliff Arnall, profesor de una universidad galesa, a quien una agencia de viajes contrató para que hiciera este cálculo y a partir de ahí armar algunas promociones. Arnall cumplió su encargo y lo demás es historia.

Día lluvioso. StoryPhotos4U en Unsplash

El clima nos domina

Por años los científicos han realizado diversos estudios para comprobar o disprobar que el clima influye en nuestro estado de ánimo. Al parecer, determinadas condiciones climáticas están relacionadas con nuestras emociones:

Clima > Emoción

  • Soleado/templado > Alegría

  • Viento fuerte > Ansiedad

  • Muy caluroso > Irritabilidad

  • Nublado/lluvia fuerte > Tristeza

  • Lluvia moderada > Calma/melancolía

Algunos estudios han encontrado que efectivamente, puede suceder. Una investigación liderada por la dra. Spasova, de Bulgaria, arrojó que los cambios climáticos afectan los estados de ánimo de positivo a negativo, pero solo cuando transitan hacia condiciones climáticas desfavorables (nublado, lluvia, frío), y que las personas emocionalmente estables no reaccionan tanto a estos cambios como las personas emocionalmente inestables.

Por su parte, el profesor Klimstra, de Holanda, realizó un estudio con cerca de 500 estudiantes que describieron su estado de ánimo diario durante 30 días y luego lo comparó con el clima de cada uno de estos días. Descubrió que cerca del 50% de los encuestados no se sintieron afectados por el clima; el resto se dividía entre los que se sienten mejor en climas cálidos (15%), los que se sienten mejor cuando las temperaturas bajan (27%) y los que simplemente detestan la lluvia (8%).

Un tercer estudio publicado en The Headache Journal aseguró de 61% de las personas que padecen migrañas se sienten afectadas por los cambios bruscos de temperatura.

Lo que se puede sacar en claro es que hay una probabilidad real de que el clima influya en nuestro estado de ánimo, sin embargo, esto resulta muy variable, dependiendo de la personalidad y el estado general de ánimo de cada persona.

El día más feliz de 2020 llovió en México. Tal vez la cuarentena no lo hizo particularmente alegre. Hoy está nublado ¿Será un día triste? Según los estudios si tengo fortaleza espiritual, no, pero si padezco migraña tal vez sí. Me pregunto qué tanto influyen las ideas preconcebidas en esto del clima y las emociones. La moneda sigue en el aire y dependerá de la fuerza del viento de qué lado caerá.

Foto de entrada por Sebastien Gabriel en Unsplash