De patafísica y otras formas de ser creativo Parte III

Moraleja o todo está conectado

Los redactores de marketing de contenidos no tenemos que ser poetas o dramaturgos ni irnos a beber absenta o fundar colegios extraños, pero sí podemos tomar algunas enseñanzas de estos “locos positivos” para mantener fresca nuestra escritura y generar continuamente nuevas ideas. En primer lugar, el sentido del humor puede aportar frescura a nuestros textos y enganchar a los lectores a leer de principio a fin.

Cadáver exquisito de Man Ray, Max Morise, André Breton e Yves Tanguy (1928)

Si bien la Patafísica aporta cuestionamientos divertidos pero inútiles, buscar soluciones nuevas y conexiones inesperadas puede dar un plus a una que otra de las historias que contamos.

Los surrealistas y dadaístas ensayaron diversas técnicas que resultaron en obras maravillosas. Probar algunas de ellas puede alimentar nuestra inspiración y ayudarnos a soltar la pluma, especialmente en los tan temidos “bloqueos creativos”.

Aquí hay algunas “correspondencias inesperadas” entre las técnicas de estos vanguardistas y cómo podemos aplicarlas en el universo del marketing de contenidos:

Muestra de escritura automática
  • El cadáver exquisito. Es un juego que inauguraron los surrealistas en el que entre dos o más personas aportan para hacer una obra de arte escrita o dibujada. En una hoja de papel, un participante escribe una frase o comienza un dibujo y la dobla, el segundo participante, sin saber lo que hizo el primero, continúa y así hasta lograr un escrito o imagen asombrosa. En una tormenta de ideas dos o más personas de un equipo aportan las ideas que se les ocurran y a partir de ellas se crea una campaña o un proyecto. La única diferencia es que todos ven al mismo tiempo lo que se está creando.
  • El collage. Los dadaístas, en su anhelo de deconstrucción, usaron palabras sueltas y las convirtieron en poemas, o recortes de distintas publicaciones o materiales y los convirtieron en cuadros impactantes. Los redactores escuchamos distintas voces, consultamos diversas fuentes para elaborar nuestros productos.
Collage de Hanna Hoch
  • La escritura automática. Muchos textos surrealistas partieron de esta técnica, creada por André Breton influido por el psicoanálisis freudiano, que consiste en “un dictado del pensamiento, en ausencia de todo control ejercido por la razón y fuera de toda preocupación estética o moral”. Se trata de entrar en un estado que hoy podríamos llamar de “conciencia plena” y escribir rápidamente, sin prejuzgar, lo primero que se nos venga a la mente. Parece no tener mucha utilidad, pero esta “escritura mindfulness” quizá nos relaje, nos despeje y nos libere del bloqueo creativo.
  • El manifiesto. Tanto dadaístas como surrealista emitieron sus declaraciones de existencia por medio de manifiestos, donde proclamaban quiénes eran, cuáles eran sus propuestas creativas y cómo deseaban que su arte impactara al mundo. ¿Acaso no es esta la misión, visión y valores de una empresa?
Manifiesto dadá (1918)

Foto de entrada por Noémi Macavei-Katócz en Unsplash

De patafísica y otras formas de ser creativo Parte II

La Patafísica renació (más bien, se “desocultó”) el 20 de abril del 2000 (día de San Cocodrilo, según el calendario patafísico) con la insigne exposición “Agujeros, Nadas y Espejismos”. Esta vez trascendió fronteras. Se inauguraron Colegios en Valencia, España y Buenos Aires, Argentina, entre otros lugares del mundo. La ciencia de las soluciones imaginarias sigue viva para deleitarnos con su sentido del humor y sus sospechas del estilo

“Existen bípedos, cuadrúpedos, pero, ¿de una sola pata también?”

Raymond Queneau, sátrapa y surrealista

Básicos del Dadaísmo

Origen: 1916 en el Cabaret Voltaire en Zúrich, Suiza, en medio del desencanto por la Primera Guerra Mundial.

Características: movimiento de vanguardia o antiarte. Busca romper las convenciones en las artes plásticas y la literatura. Crítico de la burguesía y el positivismo. Intenta expresarse mediante la destrucción del lenguaje y de los materiales tradicionales en la plástica.

Representantes: los fundadores, Hugo Ball, Tristan Tzara y Jean Arp, entre muchos otros que años después devinieron surrealistas.

Hugo Ball declama poema dadaísta

Sátrapas de ayer y hoy

Los miembros originales del Colegio de Patafísica eran surrealistas y uno que otro dadaísta y presidieron alguna de las Subcomisiones del Colegio. Están, por ejemplo:

  • Raymond Queneau, poeta y novelista surrealista, encargado de la Subcomisión de Epifanías e Ipifanías.
  • Boris Vian, escritor y músico de jazz, también surrealista, encargado de la Subcomisión de las Soluciones Imaginarias.
  • Marcel Duchamp, artista plástico y ajedrecista, representante del dadaísmo y del surrealismo, encargado de la Subcomisión de las Formas y de las Gracias.
  • Joan Miró, artista plástico español y surrealista, encargado de la Subcomisión del Grande Extraordinario.
Boris Vian, sátrapa y músico

Podríamos seguir, pero son 77 Subcomisiones, así que basta mencionar a otros patafísicos ilustres, como Julio Cortázar, en su Rayuela hay muchas influencias de la Patafísica; Fernando Arrabal, el artista español que fundó el Grupo Pánico junto con Alejandro Jodorowsky; los hermanos Groucho, Chico y Harpo Marx, en cuyas películas podemos ver un humor y sinsentido bastante patafísicos.


Básicos del Surrealismo

Origen: 1924 en París, influenciado por el dadaísmo, el simbolismo, la obra de Alfred Jarry y la teoría del psicoanálisis.

Características: busca crear a partir de la interpretación de los sueños y el subconsciente. Poemas, novelas, películas, pintura y esculturas que parecen ilógicas y desconcertantes. ¿Qué significa “dadá”? Según sus fundadores, nada.

Representantes: El fundador, André Breton, y otros escritores, cineastas y artistas plásticos como Marcel Duchamp, Salvador Dalí, Max Ernst y Man Ray.

Marcel Duchamp, surrealista y patafísico

Esta historia continuará…

Muy bonitos y loquitos los patafísicos, pero ¿de qué sirve esto para el marketing de contenidos? ¿Nos dejará algún cliente aplicar la “ciencia de las soluciones imaginarias” en nuestros escritos?

La moraleja de esta historia en la tercera parte.

Foto de entrada por Adrien Converse en Unsplash

De patafísica y otras formas de ser creativo Parte I

Como generadores de marketing de contenido, tenemos la misión de estar siempre buscando alternativas para “exprimirnos el cerebro” y sacar todo el jugo a nuestra creatividad. El arte es una excelente opción para tener nuevas ideas y renovadas formas de expresarnos, así que echemos un vistazo a unos cuantos “locos positivos” que con sus propuestas artísticas han fascinado e influido a artistas, creativos y admiradores.

El inicio de todo

Todo empezó hace más de cien años con un tipo bastante original. Se trata del francés Alfred Jarry (1873-1907), quien durante sus 34 productivos años de vida escribió teatro, novelas, poesías y artículos literarios. Inventó un personaje que hasta ahora es bien reconocido en los circuitos artísticos, especialmente el teatral: el rey Ubu o Ubu roi.

Jarry tenía un sentido del humor burlón y excesivo que resultó genial para algunos y repulsivo para otros. Ubu es un monarca excéntrico que representa todos los vicios que puede conllevar el poder: corrupción, cobardía, abuso, y lo hace de forma tan exagerada que termina dando risa. Es una parodia de numerosos dictadores europeos que abusaron de su poder durante el siglo XIX e incluso antes.

Alfred Jarry en bicicleta.

A Alfred le encantó su creación, tanto que adoptó algunas características de Ubu, sobre todo beber absenta en exceso, lo que lo llevó a deslizarse por una espiral de excesos que lo dejó endeudado y enfermo. Aun así, la literatura de Jarry inspiró el teatro del absurdo, a los dadaístas y los surrealistas. Su obra póstuma también ha sido fuente de nuevas creaciones hasta la actualidad: la novela Gestas y opiniones del doctor Faustroll, patafísico, donde se enuncian los principios de una nueva ciencia.


Básicos del Teatro del Absurdo

Origen: años 40 en Europa, influenciado por el existencialismo, los autos sacramentales medievales, las obras del Alfred Jarry, entre otros.

Características: tramas ilógicas e incoherentes, diálogos repetitivos, situaciones disparatadas, personajes incomunicados, atmósferas oníricas, uso del humorismo. Intentan encontrar el sentido del hombre en el mundo.

Representantes: los cuatro grandes son Samuel Beckett, Eugène Ionesco, Arthur Adamov y Jean Genet.  


50 años después

Las enseñanzas del doctor Faustroll quedaron enterradas durante 50 años, hasta que en 1948 un grupo de artistas tan locos como Jarry lo revaloraron y fundaron el Colegio de Patafísica, en el que renovaron el concepto y lo llevaron a la práctica.

Ubu Rey por Alfred Jarry

La palabra “patafísica” viene del griego y significa “lo que está alrededor de lo que está más allá de la física”. Alfred Jarry definió a la patafísica como “la ciencia de las soluciones imaginarias” y estudia las leyes que rigen las excepciones:

“La patafísica irrumpe, a veces de manera estruendosa, para acabar con los pensamientos únicos que pretenden ofrecerle a la vida una linealidad coherente. La patafísica es continuidad, es creación y destrucción de las formas por el azar y la risa; es aceptación sin vergüenza de nuestro lado grotesco.

Alfred Jarry

Lo que hacían los patafísicos, en realidad, era burlarse y parodiar a las academias de arte y de ciencias mediante investigaciones inútiles, asociaciones absurdas y títulos rimbombantes. Sus miembros se llamaban sátrapas y organizaban reuniones donde discutían de ciencias y temas tan trascendentales como absurdos: Liricopatología, Cocodrilogía, Alcoholismo estético, Aniñamiento voluntario e involuntario y muchos más.

Gestas y opiniones del Doctor Faustroll, la biblia de la Patafísica.

De estos ejercicios de imaginación salió en principio una revista que registraba los “conocimientos” adquiridos tras aquellas reuniones (que seguramente eran de lo más divertidas). Este florecimiento de la Patafísica duró hasta 1974, cuando el Colegio entró en un Periodo de Ocultación debido a que muchos de sus miembros habían muerto o estaban ya muy ancianos.

Foto de entrada Mark Thompson en Unsplash

Esta historia continuará…

¿Se quedaron los sátrapas enterrados en sus tumbas para siempre? ¿Sirvió de algo su absurdo desempeño? ¿Nos revelarán sus nombres y personalidades? Esto y más en la segunda parte.