Tips para alcanzar el bienestar y la plenitud

Sabemos que para alcanzar nuestro bienestar es importante cuidar nuestro cuerpo, hacer ejercicio, dormir bien y llevar una dieta balanceada, pero a veces olvidamos otra parte que también es esencial: nuestra salud emocional.

No solo deberíamos cuidar lo que comemos, sino también los pensamientos con los que nos “nutrimos”, la manera en que nos tratamos, las relaciones que establecemos con los demás y las emociones que experimentamos día a día.

Aunque alcanzar un bienestar completo implica recorrer un largo camino en el cual es necesario liberarnos de relaciones tóxicas, conocernos mejor, poner límites saludables con las otras personas y con nosotros mismos —entre otros detalles— aquí te dejamos algunos puntos importantes que te encaminarán gradualmente a sentirte más pleno:

Regálate un respiro

En ocasiones nuestra vida toma un ritmo frenético entre cientos de ocupaciones y pendientes, sin darnos cuenta vivimos de prisa y nos olvidamos de lo reparador que es tomarnos un tiempo para nosotros mismos. Aunque ser productivo es importante, también es necesario recargar nuestra batería. Así que, de vez en cuando date un momento de relajación, quédate en tu lugar favorito de la casa, tómate un café o una copa de vino, o si lo prefieres toma un baño relajante, pon tu mejor playlist, lee un libro o haz esa actividad con la que te sientas en paz y que te vuelva a conectar con tu centro de equilibrio.

Baño relajante. Tomada de BuzzFeed.

Deja resbalar las críticas sin fundamento

Cuando actuamos de cierta manera o tomamos decisiones, no faltarán personas que critiquen lo que hacemos, nuestros puntos de vista, creencias, etc. Hacer caso a estas críticas nos roba energía e incluso puede desmotivarnos. Frente a este tipo de juicios hay que preguntarnos:

  • ¿Me conoce realmente esta persona?
  • ¿Se preocupa por mi bienestar?
  • ¿Es alguien que ha estado apoyándome en las buenas y en las malas?

Si la respuesta es “no”, es mejor no hacer caso a sus críticas, porque, aunque existen opiniones constructivas, generalmente provienen de personas cercanas que buscan nuestro bienestar. Por eso, antes de dejarte dañar por las palabras de los demás, es importante reflexionar qué tanta razón hay en ellas.

Tomada de Amino Apps.

Dejar ir es dejar llegar

Dice una frase conocida que “dejar ir es dejar llegar”, y es muy cierto porque para abrir la puerta a la abundancia, el éxito, el amor, la tranquilidad y todo aquello que deseamos en nuestra vida, primero hay que liberarnos de las emociones tormentosas que pueden ser provocadas por estar en una relación tóxica.

En ocasiones pasamos por alto situaciones o comportamientos que no aportan a nuestro bienestar e incluso son destructivas, por eso es importante poner límites dentro de cada una de las relaciones, ya sea con la familia, los amigos, en el trabajo o con la pareja.

Aunque quisiéramos conservar por siempre a las personas que son significativas para nosotros, debemos ser conscientes de que no todas envejecerán a nuestro lado y al igual que en un viaje en tren, muchas bajarán en estaciones anteriores y es necesario dejarlas ir cuando su participación en nuestro viaje de vida haya terminado.

Tomada de Tenor.

Identificar los pensamientos que nos limitan

Dice el psicólogo Stéphane Roy en la Guía de psicología de la vida cotidiana que “no nos perturban los acontecimientos, sino la interpretación que elaboramos de los mismos”. A veces nuestra imaginación va más rápido que nuestra razón, por eso un hecho que es terrible para alguien, es insignificante para otra persona.

Por ejemplo, si un conocido pasa junto a nosotros en la calle y no nos saluda, podemos pensar: “tal vez le caigo mal o está enojado conmigo” o “seguro llevaba prisa o no me vio”. En el primer pensamiento creemos que la culpa es nuestra y esa situación nos provoca angustia o malestar, mientras que en el segundo no nos preocupamos y lo dejamos pasar.

Aunque no parezcan cosas graves, estas distorsiones de nuestro pensamiento en que nos culpamos sin antes saber la verdad, nos generan malestar; por ello es importante cambiar la forma en que nos autoevaluamos para así acercarnos un poco más hacia nuestro bienestar.