Físico vs digital: de dos a tres caídas, sin límite de tiempo

“Comics are like boobs… they look good on a computer, but I’d rather hold one in my hand.” – Stan Lee.

Creo que todos podemos coincidir con el pensar del difunto autor; nada se compara con la sensación de tener algo en las manos y manipularlo a placer. La textura del papel, el peso de un libro de pasta dura, el aroma de una novela gráfica recién desempacada, el clic que hace un disco al salir de su caja plástica. 

Solo por esas razones, los medios físicos deberían ser preservados por siempre, celebrados y comercializados hasta el final de los tiempos. Si no por su fidelidad y confiabilidad, por el simple hecho de que juegan con cada uno de nuestros sentidos y no se apegan a las limitantes de su propio medio; un libro impreso no es solo un ejercicio visual, pues involucra también el oído con el pasar de las hojas, el tacto con la suavidad –o aspereza– del papel. 

El placer de sentir los libros.
Be kind, rewind

Con los anuncios recientes de que Nintendo cerrará las tiendas digitales (eShop) para sus consolas WiiU y 3DS (con Sony planeando hacer lo mismo con PS3 y Vita), o que Disney dejará de producir Blu-rays 4K para la mayoría de sus nuevos lanzamientos –optando en su lugar por estrenos directos en Disney+– vale la pena discutir la importancia de los productos físicos, no solo como una forma más nostálgica y antaña de recordar nuestras películas, series, libros o álbumes favoritos, sino también como un método de preservación histórica de obras multimedia que parecieran no tener cabida en un mundo más preocupado por el volumen y la inmediatez del contenido, que por su calidad, relevancia o permanencia. 

Lo digital es inmediato, pero efímero; las tiendas en línea cierran, las plataformas son dadas de baja, los archivos son eliminados o hackeados y todo ese dinero “invertido” desaparece de la faz de la Tierra. Sin mencionar que, en modalidades de streaming, el usuario ni siquiera es dueño del producto, sino que paga una renta por acceder a contenido vulnerable a ser “bajado” o removido sin previo aviso.

¿Adiós a los blue ray?
Cuestión de gustos

Claro, es muy cómodo y práctico tener acceso a millones de canciones en “la nube” con un pequeño “tap”, y lo mismo poder disfrutar de temporadas completas de una serie de TV sin despegarnos del sillón. No obstante, un VHS no requiere de conexión a Internet, ni actualizaciones de sistema. Mientras la cinta funcione y el reproductor no se desintegre por el polvo y el óxido, podremos seguir viendo esa desgastada copia de Pie Pequeño grabada de la televisión 30 años atrás.

Pero, al final del día, todo recae en el gusto personal. Hay aquellos que preferimos tener paredes y libreros atiborradas de libros y álbumes; quienes apreciamos el ritual de colocar un vinilo en un tocadiscos para escuchar ese craqueleo tan acogedor que ninguna plataforma, ni Deezer Premium, con todo y su música en formato FLAC, puede ofrecer. 

La magia del tocadiscos.

Para otros, la manera perfecta de disfrutar una serie de TV o una playlist para hacer de cenar es simplemente presionar un botón; tener acceso a millones de horas de contenido ilimitado e inmediato sin las complicaciones de aparatos, cables, cartuchos y cassettes. Sin mencionar los costos involucrados.

La era del re-re-re-re-re-release

El futuro, sí, quizás sea digital. No obstante, sería un ultraje considerar a la nube como único método de distribución y consumo de obras multimedia, especialmente cuando aquellos que controlan los derechos también controlan la distribución y disponibilidad de las mismas. Sería terrible imaginar un futuro donde no seamos dueños de nada, sino que solo paguemos por el privilegio de “rentar” una canción o juego o cinta, y en el momento en que la productora o publisher decida que algo ya no es popular o redituable, lo erradique por completo de la memoria colectiva. 

Los medios físicos son importantes por esa razón, para conservar y preservar piezas artísticas, especialmente ahora, en un mundo donde todo aquello que existe en la red es susceptible a ser modificado, actualizado, reemplazado, editado o censurado, sin consideración alguna por los fanáticos ni apego por las obras. Imaginen dar rienda suelta a George Lucas para editar, modificar y “mejorar” una y otra y otra vez The Empire Strikes Back. Imaginen entrar a Disney+ y encontrar, cada semana, una nueva versión de Avengers: Endgame, alterada cada que exista un problema contractual con uno de los actores o la licencia de una canción expiró o una palabra en el guion resulta, ahora, ser ofensiva. 

La esencia del CD.

La experiencia de los formatos físicos es incomparable, pero su verdadera importancia yace en su habilidad de mantener intacta la esencia de la obra original. Y aunque se lancen versiones remasterizadas, remakes y reediciones, esa versión física que escondemos en el clóset será por siempre inalterable y ajena completamente a la intromisión de ejecutivos avaros o directores hiperactivos. 

Los maravillosos beneficios de la música

La música se ha convertido en la cómplice ideal a lo largo de nuestra vida, tanto en los días nublados en que nos invade la melancolía, como en los alegres, cuando solo queremos bailar sin control. Al poner play nos olvidamos de lo que nos rodea, nos transportamos a otra época, revivimos recuerdos y emociones, a muchos hasta se nos pone la piel “chinita” al oír nuestra rola preferida. Además, tiene otros beneficios que tal vez no conocías.

Cambia el estado de ánimo: la música —alegre o triste— nos hace más felices; según científicos del Instituto Neurológico de Montreal y de la Universidad McGill, en Canadá, al escuchar música nuestro cerebro libera dopamina, un increíble neurotransmisor que nos da placer y bienestar. Incluso cuando estamos nostálgicos, aunque escuchemos canciones tristes, al final terminamos con una sensación de paz, algunos expertos creen que esto sucede porque hacemos catarsis.  

Tomada de Pinterest.

Reduce el dolor: el cerebro libera endorfinas que nos hacen sentir bien y actúan como analgésicos naturales que disminuyen el dolor. Se ha comprobado que, si nos ponen música tranquila durante una cirugía, sentiremos menos dolor postoperatorio. 

Cambia la frecuencia de funciones corporales: definitivamente no toda la música es igual y en gustos se rompen géneros. Mientras que la música rápida como el rock, el metal o la electrónica aceleran nuestra frecuencia cardiaca, respiratoria y aumentan la presión arterial; la música lenta como la clásica, celta o instrumental tiene el efecto contrario, disminuye estas funciones corporales y nos tranquiliza. 

Tomada de El Definido

Mejora habilidades mentales: si eres de los que les cuesta memorizar información o adquirir nuevos aprendizajes, tal vez debas escuchar más música —clásica, sobre todo— o tocar un instrumento, porque de acuerdo con un estudio de la Universidad de Helsinki, la música activa los dos hemisferios del cerebro, incrementando nuestra retención de información y aprendizaje.

Fortalece el sistema inmunológico: cuando estamos estresados, en el cerebro se incrementa la liberación de una hormona llamada cortisol, esto hace que baje nuestra respuesta inmunológica y nos enfermemos fácilmente. Por el contrario, al escuchar música estamos en paz con nosotros mismos y aumentan nuestras defensas. 

Tomada de Ecoosfera.

¿Tienes algún género musical que te ponga contento en pocos segundos?, pues ahora que ya conoces algunos de los beneficios de la música, no dudes en poner tu playlist favorita a todo volumen. 

10 años

Diez años se escribe fácil y se dice más fácil todavía, incluso hasta con un poco de nostalgia o añoranza al recordar un momento, un disco, una canción, un libro, una película o algún evento que dejó huella en nuestra vida.

Hace diez años era 2011 y comenzaba con la edición 32 del Rally Dakar que desde 2009 hasta 2019 recorrió Argentina y Chile —antes comenzaba en París, continuaba a través de los desiertos de África y concluía en Dakar— es una de las competencias de motor más duras porque se recorre una distancia total de entre 8,000 y 9,000 km enfrentando intensos desafíos que ponen a prueba todas las destrezas del piloto, entre ellas fortaleza mental, resistencia física y experiencia, además de las técnicas, por supuesto, como el control del vehículo.

Tomar la decisión de emprender es más o menos parecido al Rally Dakar, porque es la pasión por algo que disfrutas lo que te mueve a dar los primeros pasos, arriesgar y seguir, sin importar cuántos y qué tan difíciles sean los obstáculos a los que te enfrentas —los conocidos y los desconocidos—. En mi caso fue escribir, lo había hecho desde la Universidad, para revistas, periódicos, gacetas, sin importar que no me pagaran en un principio, lo que quería era escribir y ver mi nombre publicado.

Muchos años más tarde llegaba el 2011 y con él mis planes de “dominación mundial” —insertar risa malévola—, que iban tomando la forma de una agencia editorial dedicada a escribir, escribir y escribir. “Allá afuera hay muchos que necesitan alguien que les ayude a contar sus propias historias”, pensé. Así entonces es que se apareció abril en el calendario, un buen mes para sacar punta a los lápices y preparar las libretas. 360 contenidos y publicidad on demand, hoy de cariño: 360 Agencia Editorial, estaba lista para ponerse a escribir.

Diez años más tarde, aquí estoy escribiendo, y para este blog post quise seleccionar momentos que considero importantes e interesantes en la historia de aquel 2011, porque para mí marcó el inicio de un rally raid profesional y personal que ha tenido prácticamente de todo: acción, comedia, drama, suspenso —terror, seguro—; pop, rock, jazz, disco, hasta cumbias, norteñas y banda. Otro tanto de logros desbloqueados, anotaciones, faltas, triples, match points y knock outs. Un poquito de realeza, dragones y frases célebres: “Winter is Coming”.

Entonces, aquí vamos:

Febrero. El basquetbolista norteamericano Ray Allen pasa a la historia de la NBA tras anotar su triple 2,561. Superando a Reggie Miller.

Marzo. Tras 39 vuelos, el transbordador espacial Discovery se lanza hacia su última misión, la STS-133.

Abril, 13. 360 Grados Agencia Editorial inicia labores desde una oficina “virtual” en Polanco, preparando contenidos para la primera edición de un festival de animación y videojuegos.

Abril, 15 . En Guadalajara se declara el Día Mundial del Arte durante la XVII Asamblea General y Congreso de la Asociación Internacional de Artes Plásticas (AIAP).

Abril, 17. HBO cambia la vida de 2.2 millones de televidentes con el primer capítulo de la primera temporada de Game of Thrones titulado: “Winter is Coming”.

Abril, 29. El príncipe Guillermo de Gales se casa con su novia de toda la vida, la terrenal Catherine Elizabeth Middleton (William y Kate).

Mayo. Después de 25 temporadas, finaliza la transmisión del programa de televisión The Oprah Winfrey Show.

Junio. Google lanza su red social, Google+ (RIP).

Julio. En Los Ángeles se lleva a cabo la premier de Captain America: The First Avenger.

Agosto. Steve Jobs renuncia a su cargo de CEO de Apple, dos meses más tarde fallece a los 56 años.

Septiembre. Llega Snapchat al mundo de las redes sociales.

Octubre. Abre sus puertas Legoland Florida, el parque temático más grande del mundo.

Noviembre. En la entrega 39 de los American Music Awards, Taylor Swift y Adele son las grandes ganadoras de las categorías artista del año y artista femenina favorita de pop/rock respectivamente.

Diciembre. Los Tigres de la Universidad Autónoma de Nuevo León logran ganar el Torneo Apertura 2011 ante Santos Laguna luego de 29 años de sequía.

Y para cerrar con el festejo y el recuento, les comparto unos modestos Top 5, con un par de extra para escuchar.

Películas

Acortar las listas es un reto, porque invariablemente habrá alguien que esté en desacuerdo. Para evadir la culpabilidad citaré al crítico de cine y cineasta Scout Tafoya, colaborador en RoberEbert.com: “2011 no solo albergó algunas de las mejores películas artísticas de nuestra época, sino que también supuso una revolución en el lenguaje de las películas taquilleras”, a continuación, su selección —que no es un Top 5.

  • Drive
  • The Three of Life (El árbol de la vida)
  • Once Upon a Time in Anatolia
  • Keyhole
  • Contagion
  • The Adventures of Tintin
  • Sherlock Holmes: A Fame of Shadows

Series

Pensé en que lo correcto sería guiarme por los ganadores del Golden Globe o Emmy, pero en realidad es que me deje ir por las conversaciones con amigos y compañeros de trabajo, este es el resultado:

  • Game of Thrones
  • Teen Wolf
  • American Horror Story
  • Black Mirror
  • Grimm

¿Alguien habrá visto Pan Am? Yo sí.

Videojuegos

Para esta lista, decidí que lo mejor era acudir a la lista de Ganadores de los Video Game Awards 2011

  • The Elder Scrolls V: Skyrim – juego del año y mejor RPG
  • Batman: Arkham City – juego de acción, aventura; mejor adaptación y mejor juego para Xbox 360
  • The Legend of Zelda: Skyward Sword – mejor juego para Wiii, mejor juego con control de movimiento.
  • Portal 2 – mejor juego para PC, mejor multijugador, mejor contenido descargable: Peer Review.
  • Uncharted 3: Drake’s Deception – mejor juego para PlayStation 3 y mejores gráficos.

Libros

Stieg Larsson planeaba escribir una serie de 10 libros, de los cuales solo logró escribir tres que se publicaron de manera póstuma tras su repentina muerte en 2004.

En 2011 la lista de libros de ficción mejor vendidos del New York Times publicaba en el lugar dos, tres y cuatro, las para entonces ya famosísimas historias de Larsson:

  • Los hombres que no amaban a las mujeres (The Girl with the Dragon Tattoo)
  • La chica que soñaba con un cerillo y un galón de gasolina (The Girl Who Played with Fire)
  • La reina en el palacio de las corrientes de aire (The Girl Who Kicked the Hornet’s Nest)

También conocidas como la serie Millennium. En 2013 el periodista y escritor David Lagenrcrantz fue contratado por la editorial sueca Norstedts para continuar con la saga de Larsson, quien hasta 2019 ha agregado tres novelas más a la serie.

Música

Desde una búsqueda y selección vía Spotify

Rock

Hits

🙂

10 cosas que aprendí de David Bowie (parte 2)

  1. Se puede ser otros sin dejar de ser uno mismo. Durante su vida, David Robert Jones fue Ziggy Stardust, The Thin White Duke, Halloween Jack, Aladdin Sane (A lad insane) y más, pero nunca dejó de ser David Bowie. En el caso de Ziggy, cuando se dio cuenta de que el personaje prácticamente lo estaba “parasitando”, decidió acabar con él, y lo hizo abiertamente, durante un concierto el 3 de julio de 1973: “Lo maté. Un golpe cruel y cortante pero tuve que hacerlo. A veces tienes que ser cruel para ser amable.”
  2. Los artistas pop son cultos. La verdad es que Bowie leía un montón y sabía bastante de artes plásticas (incursionó en la pintura, pero era bastante malito, así que se dedicó al coleccionismo), sus letras están llenas de referencias literarias, artísticas, cinematográficas o de la cultura popular.
  3. Se puede sobrevivir. A la drogadicción, al alcoholismo, a la locura. El medio hermano de Bowie se suicidó en el psiquiátrico donde trataban su esquizofrenia. David siempre se sintió cercano a la locura, sentía miedo de heredar esta enfermedad que padecieron varios miembros de su familia. En una época consumió tanta cocaína que fue un milagro que lograra superar la adicción, que luego cambió por el alcoholismo para al final rehabilitarse por completo y terminar sus días como un respetable padre de familia.
  4. Podemos ser solitarios, pero no estamos solos. Muchas de sus letras hablan de soledad, de aislamiento, de ansiedad. Su música es el soundtrack de muchas vidas, porque al parecer, muchos nos sentimos solos. Y sin embargo, “oh, no, love, your not alone”, nos canta desgarrado (en “Rock’ n’ roll Suicide”), “I’ve had my share, I’ll help you with the pain”, nos consuela.
  5. Y porque nos da la esperanza de que podemos ser héroes, aunque sea por un día.

 Foto de entrada por Luca Dugaro en Unsplash

10 cosas que aprendí de David Bowie (parte 1)

David Robert Jones (Londres, 1947-EE. UU., 2016) fue mundialmente conocido como David Bowie. Es considerado uno de los músicos más influyentes del siglo XX y paralelamente hizo carrera como actor. Como cantautor ejecutó diversos géneros y adoptó varios alter egos, de entre los que sobresalen Ziggy Stardust y Thin White Duke. Como actor, fue rey de los duendes en Laberinto (1986) Poncio Pilatos en La última tentación de Cristo (1988) y Nikola Tesla en The Prestige (2006). Se le reconoce por temas como “Space Oddity”, “Ashes to Ashes” o “Heroes”, aunque su herencia musical es mucho más extensa. Es un ícono de la cultura pop.

Sus fanáticos nos obsesionamos con su música, su talento y su apariencia. Además de disfrutarlo como artista, he aprendido de Bowie algunas cosas que van más allá de su legado musical.

  1. Se puede ser mejor siendo diferente. Un día me preguntaron: ¿Qué prefieres ser: mejor o diferente? Aunque la respuesta parece obvia para mí no lo fue. ¿Mejor en qué o mejor que quién? Cuando empecé a conocer y a admirar a Bowie empecé a entenderlo: él nunca se pareció a nadie más que a sí mismo y esto le bastó para ser el mejor.
  2. El sexo fluye y fluye y fluye… De un chico aparentemente masculino pasó a tener una imagen andrógina, luego a vestirse de mujer. Se decía que vivió en pareja con hombres, con mujeres y que participó en orgías. Dijo que era homosexual y después cambió de opinión y se declaró bisexual para, finalmente ser un padre de familia hetero. Al final, para él las especulaciones sobre su sexualidad no fueron más que etiquetas sin importancia.

    Como Ziggy Stardust (1973).
  3. Además de buen músico ser puede ser un buen mercadólogo. Quien piense que crear Ziggy Stardust fue para Bowie pura inspiración artística está en un error. Él deseaba ser famoso y no lo había logrado, así que decidió conscientemente crearse una imagen inolvidable que sorprendiera y vendiera. Incluso declararse bisexual fue una ocurrencia en su momento para que se fijaran en él (después lo negaría, al fin que ya era famoso). Así que no basta con ser talentoso, hay que hacer un esfuerzo extra para que los demás lo noten y (seamos realistas) poderlo capitalizar.
  4. Se puede crear música de un montón de géneros sin perder la esencia. Blue eyes soul, jazz, glam rock, hip-hop, heavy metal, electrónica, pop, alternativa… A Bowie se le relaciona con una larga lista de géneros musicales, incluso se le considera iniciador de algunos. Lo cierto es que, incluso cuando en ocasiones se alejó de sus raíces glam (y fue criticado por ello) nunca renunció a experimentar. Su voz y estilo, tan imitados y “homenajeados”, son tan suyos que resulta inconfundible.

    Como The Thin White Duke (1976), foto de Jean-Luc Ourlin.
  5. La belleza es un concepto. Le muestro imágenes de Bowie a mi hijo de 11 años y él me va diciendo: “Chico… chica… chica… alien… señora… señor… chico… alien”. Yo le digo que es hermoso y él responde que le da miedo ese señor tan flaco y pintado y con ropa tan extraña. Es que para muchos Bowie no es de este mundo, simplemente no hubo nadie como él. Para mí su belleza radica en esa confianza en sí mismo, en la audacia, en la personalidad que transmiten sus ojos, sus facciones y sus movimientos, no en lo que los cánones de belleza (siempre cambiantes), prescriben.

Foto de entrada por David Preston en Unsplash

Descubrimientos musicales: Flo Morrissey

Hace un par de semanas más o menos, por azares del destino y las procelosas aguas de la red, me encontré, quizá en parte por haber tecleado “Morrissey” (Steven Patrick, el de los Smiths) en Google o Spotify, entre las opciones, además del consabido ídolo, también me salió otra opción, (mucho) más nueva: Flo Morrissey.

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Me llamó la atención encontrarme con una chavita casi adolescente con aires de Lana Del Rey y toda “hipsterosa”, así que ahondé en la búsqueda y descubrí que es una veinteañera londinense que un buen día decidió subir todas sus canciones y un video a SoundCloud y YouTube, respectivamente, que llegaron a los ojos (y oídos por supuesto) del director de la discográfica Glassnote, Daniel Glass. Éste quedó encantado e inmediatamente la firmó. Según The Guardian, los productores de su primer álbum Tomorrow Will Be Beautiful, Noah Georgeson y Philippe Zdar, capturaron la “imposible voz pura de Morrissey en un paisaje músico-pastoral” y que la “ausencia de trucos electrónicos da al álbum calidad atemporal y hace guiños a los artistas que la han influenciado, trovadores trágicos como Nick Drake, Karen Dalton y Tim Buckley”.

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En fin, que es toda una sensación en Europa, y la verdad, perdón que siga con esa comparación, pero me recuerda muchísimo a Lana Del Rey, es como su hermanita pequeña: en look, voz y estilo. A ver si luego, más adelante, empieza a desarrollar un estilo más original, que con esa voz lo puede hacer.

Para el día de hoy, 17 de julio de 2015, su álbum ya estará disponible en iTunes. Pero también puedes escuchar su primer sencillo “Pages of Gold” en Spotify y ver el video en YouTube; además, tanto en Spotify, como en SoundCloud, está “Show Me”, otro corte musical que formará parte del disco debut.