Mustang: espíritus en cautiverio

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Las sociedades humanas se encuentran compuestas por dogmas: normas insuperables que, tanto en Occidente como en Oriente, se hacen presentes de distintas y variadas formas.

Este fenómeno generalmente trae consigo una serie de ansiedades que se deben principalmente a esa opresión que los valores subjetivos y arraigados ejercen sobre las aspiraciones individuales de las personas que conforman una determinada comunidad. Por supuesto, el género femenino es una de las víctimas más recurrentes dentro de esta ecuación.

Dispuesta a denunciar la serie de atropellos físicos, culturales y espirituales que sufren las mujeres a causa de la imposición de los ideales conservadores islamizados, la directora Deniz Gamze Ergüven nos presenta su ópera prima: Mustang (2015).

La protagonista de este filme es Lale (Günes Sensoy), la menor de cinco hermanas huérfanas cuya vida transcurre en un arraigado pueblo del norte de Turquía.

Conforme nuestras protagonistas se adentran en los albores de la adolescencia, su familia (tío y abuela) comienza a demandar de ellas un comportamiento cada vez más sumiso y abnegado; imposición en la que no existe cabida alguna para ningún tipo de aspiración que escape de las obligaciones domésticas y conyugales.

Es así como Lale, decidida a romper con estos tradicionalismos, comienza a planear una forma de escapatoria para ella y sus hermanas.

Ergüven nos presenta un desgarrador discurso que, invariablemente, podría definirse como la versión oriental de The Virgin Suicides.

La ortodoxia religiosa, esa entidad que fácilmente puede verse traducida en un amplio cúmulo de atropellos, es retratada en su forma más natural y palpable; dejando al espectador inerme ante los esbirros de una sociedad que deshumaniza sin piedad a los individuos que la conforman.

Nuestras cinco protagonistas son el vehículo por medio del cual queda evidenciada dicha maquinaria, misma que, durante siglos, ha marcado el destino de millones de mujeres.

Sin embargo, es importante destacar que ésta sólo es una cara de la moneda; ya que Occidente, con sus supuestos “avances sociales”, también tiene sus propios y velados procesos de segregación genérica.

Mustang es una cinta la cual, retratando los rasgos patriarcales de una determinada sociedad, nos invita a luchar contra todas las formas de desigualdad que se extienden a lo largo y ancho del planeta.