Mucho se ha hablado sobre el nacimiento del consumidor 2.0 o 3.0; un comprador que, gracias a la disponibilidad de nuevas tecnologías como dispositivos móviles y el Internet, se informa más y toma decisiones de compra cada vez más inteligentes y eficientes para su economía.
Desde comparar precios entre distintas tiendas y vendedores en tiempo real, hasta incorporar cupones y promociones especiales en sus órdenes en línea, el consumidor moderno utiliza todos los recursos disponibles para mejorar al máximo su experiencia de compra. Esto ocurre en la búsqueda de todo tipo de productos y servicios, incluidos los del sector salud.
Incluso en el ámbito sanitario, depende de las empresas y empresarios el modernizarse, actualizarse y explotar las nuevas tecnologías para no solo hacer llegar su mensaje de manera más eficaz y directa a su cliente final, sino también darle más opciones para consumir sus productos. Ahora, el marketing médico se ha convertido en una herramienta esencial para conectar con pacientes y profesionales de la salud.
Sector salud: marketing médico
Estrictamente hablando, el marketing médico (o medical marketing) es el conjunto de estrategias de marketing enfocadas en el sector sanitario o de la salud. Tal como en cualquier otro negocio, el objetivo detrás de esta estrategia es atraer clientes o, en este caso, pacientes. Sin embargo, cabe señalar que existe una gran diferencia entre esta y otras industrias.
En el ámbito médico, son dos o hasta tres voces las que se dirigen al consumidor/paciente, a veces en simultáneo. Por un lado, la empresa farmacéutica que anuncia directamente a clientes potenciales los beneficios de sus medicamentos, por medio de los canales usuales y los medios masivos; a su vez, ellos establecen una estrategia de comunicación indirecta al “usar” (valga la expresión) a los profesionales de la salud como voceros que pregonan las características y ventajas de esos productos a sus propios pacientes.
Por otro lado, las instituciones enfocadas en la salud, llámense hospitales, clínicas, farmacias y compañías de seguros, también se comunican con médicos y pacientes con el fin de conseguir clientes, asegurar ventas y mover producto.
Finalmente, está la comunicación directa médico-paciente que, con el pasar de los años y sobre todo a raíz de la pandemia por COVID-19 y el auge de las redes sociales, se ha convertido en la estrategia de marketing médico más persuasiva, efectiva y relevante.
Médicos que marcan tendencia
Hoy es común ver a cientos o miles de médicos de cualquier especialidad (desde nutriólogos y dermatólogos hasta cardiólogos e internistas) dando consejos de salud en sus cuentas de Instagram o TikTok. Estos profesionales marcan tendencia en el marketing médico, pues se vuelven líderes de opinión e “influencers” en materia de estilo de vida y salud con acceso directo a las personas sin un intermediario que guie o sesgue el discurso.
Claro, siempre existirán los contenidos patrocinados, pero cada vez son más los médicos que encuentran su propia voz e identidad, lejos de un engranaje más grande donde su cédula profesional importa más que su opinión (como en los comerciales de pasta de dientes).
De igual forma, en la búsqueda por replicar esa aproximación más “personal”, muchas marcas de medicamentos y productos para el bienestar personal han optado por llevar sus mensajes a plataformas más comunes y accesibles para el usuario promedio, como son blogs, redes sociales, pódcast, newsletters y mailing, entre otros.
Estos recursos no solo responden a un panorama cambiante, sino también a estrategias que buscan generar engagement y crear experiencias amenas que se sientan orgánicas y “humanas”, sobre todo cuando se trata de algo tan delicado como es la salud de las personas.
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