Tú, yo o alguien que quieres; prácticamente todos hemos caído en las garras de algún reality show que consume nuestro tiempo. Pero no te preocupes, estos fenómenos ineludibles tienen una explicación. Aquí te contamos.
Los reality shows viven un resurgimiento en México, a pesar de que realmente nunca se han ido y cada año alguno de estos programas vive un gran éxito. De hecho en este 2023, tanto Televisa como TV Azteca tienen a más de 20 millones de personas viendo La casa de los famosos y Masterchef Celebrity, respectivamente, de acuerdo con cifras de Nielsen Ibope. Esto significa que uno de cada seis mexicanos sigue alguno de estos shows.
Pero esto no es exclusivo de México ni de esta época. En Estados Unidos se han vivido fenómenos como American Idol y Dancing with the Stars y nuestro país ya se ha paralizado por Big Brother y La academia.
El reality show es el más reciente de los géneros de televisión. Surgió como una solución al sobresaturado mercado televisivo en las décadas de los 80 y 90, ya que es relativamente más económico en comparación con otro tipo de producciones.
Según el estudio “¿Cuáles son los elementos de los programas de telerrealidad que resultan en una alta audiencia y participación?” de Michelle Kurnia, la llamada reality tv es una carambola de géneros, pues en estos shows conviven elementos del melodrama, documentales, programas de concursos, entrevistas, competencia de talentos y transmisiones deportivas.
Es decir que los reality shows pueden explicarse como una programación pre planificada, aunque en su mayoría funcionan sin guion y con actores no profesionales en escenarios no ficticios.
¿Entonces por qué gustan tanto los reality shows?
El género de la telerrealidad utiliza los hechos del documental y los incorpora a un contexto sensacionalista, con énfasis en la confesión personal, la modificación, la verificación y el auto perfeccionamiento.
Según el estudio de Kurnia –que nos aventamos para que no tengas que hacerlo–, los reality shows usan la combinación de géneros para maximizar su potencial y establecer una conexión emocional con su audiencia.
El género muestra emociones verdaderas de los concursantes a sus espectadores, aunque los eventos a los que reaccionan sean falsos, y captura un anhelo por la idea de que las imágenes que se muestran en la pantalla transmitan la verdad completa de todo lo que representan en el mundo real.
La mayoría de la audiencia es consciente del hecho de que los programas de telerrealidad no contienen una verdad completa. Sin embargo, eligen seguir el patrón ritual de ver los reality shows desde el principio hasta el final de la temporada.
Los espectadores utilizan estos shows para producir sus propias experiencias emocionales. De hecho, a veces las audiencias usan estos medios para aprender sobre sus propias vidas emocionales o generar ciertos estados de ánimo.
Además, la telerrealidad proporciona una sensación de satisfacción a los espectadores al mostrar representantes de diferentes orígenes. O sea que al sentirse identificados con un concursante, esto los hace experimentar su propia capacidad de probarse en una situación determinada.
Más revelaciones de la telerrealidad
La telerrealidad brinda una herramienta de autoidentificación, ya que los espectadores se encuentran a sí mismos al consumir el programa, mientras que algunos simplemente disfrutan de la sensación de ver la vida de otras personas a través de la lente de la cámara.
Los realities también sirven al concepto de fandom, ya que su audiencia se reúne y se conecta con otras personas de diferentes países u orígenes al ver el programa. Asimismo, la facilidad de la tecnología actual ha permitido a los espectadores participar activamente en la coproducción del programa, ya que la audiencia disfruta de la sensación de estar en el poder y tener la capacidad de tomar decisiones en ciertos programas de este tipo.
Sin embargo, el género también puede tener un efecto negativo en los espectadores, especialmente en los más jóvenes, ya que puede servir como un ejemplo sobre cómo vivir la vida si no son lo suficientemente cuidadosos para distinguir entre la realidad y el guion.
Ya que andas por aquí, conoce los objetivos SMART: aliados perfectos para tu estrategia digital.