Las escritoras latinoamericanas están en auge desde hace algunos años, incluso se ha hablado de un nuevo movimiento literario, un “boom femenino”, aunque varias autoras rechazan esta etiqueta por considerarla insuficiente o inadecuada.
Este gran momento para las escritoras ha animado a muchas más mujeres a escribir y nos ha regalado grandes libros, aquí te contamos sobre uno que no te puedes perder.
El triunfo de las escritoras argentinas
Argentina es uno de los países con más escritoras triunfando en la actualidad, con representantes como Mariana Enríquez, Samanta Schweblin, Ariana Harwicz, Agustina Bazterrica, entre muchas más. Ahora, Salomé Esper entra también a la escena.
Salomé Esper nació en 1984 en Jujuy, Argentina, estudió Comunicación Social en la Universidad Nacional de Córdoba y una especialidad en diseño editorial en México. Anteriormente había publicado dos libros de poesía y ahora debuta en la narrativa con su primera novela La segunda venida de Hilda Bustamante.
Hilda Bustamante, una mujer ordinaria con un retorno extraordinario
La novela de Esper, publicada por la editorial Sigilo, nos habla de Hilda, una mujer de 79 años que fallece y, después de un año, despierta en su tumba, llena de tierra y con gusanos en la boca: resucita.
“Sin entenderlo, sin poder explicárselo. Supo que había muerto. Y pensó: ¿hace cuánto? Con la duda vino también la tristeza pero espantó el pensamiento rápidamente, no podía ser mucho: ella, ahora, estaba viva”.
A pesar de lo terrorífico que puede sonar esto, después de una breve sorpresa, Hilda decide salir de su entierro. Cuando lo logra, no puede evitar preguntarse lo obvio: ¿ahora qué?
Puede que este inicio te parezca sombrío, pues nuestra protagonista es una especie de zombi latinoamericana, pero si te gustan las historias conmovedoras con personajes femeninos divertidos y entrañables, este libro es para ti.
Una zombi muy peculiar
Cuando perdemos a un ser querido, nuestro primer impulso puede ser desear con todo el corazón que esa persona especial vuelva con nosotros; sin embargo, probablemente no pensamos en una resurrección zombi tan literal como la de Hilda.
La tradición zombi hace que relacionemos la idea de los muertos vivientes con espeluznantes criaturas que quieren comernos o convertirnos en uno de ellos, pero la autora retoma esta figura fantástica desde su acepción más esencial: el zombi como alguien que puede resucitar.
Al principio, Hilda no sabe cómo regresar a su hogar sin matar de un susto a su familia: “qué tal que era una muerta viva como las de esas películas espantosas, qué tal que veía gente y le daba un deseo irrefrenable de morder”.
La aparición de Hilda ante su familia provoca una serie muy variada de reacciones, pero el miedo no parece ser una de ellas: “Ellos se miraron como si no existiera nada más a su alrededor […] ¿Había otra cosa posible en ese momento que no fuera el abrazo? […] Un abrazo de reencuentro, de haberse extrañado tanto”.
A partir del encuentro entre Hilda y su familia, conocemos cómo fue el proceso de duelo de su amado esposo Álvaro y de su hija y nieta adoptivas: qué hicieron, cómo se sintieron cuando ella se fue y cómo reacciona ahora un amor tan grande ante una Hilda zombi.
El verdadero amor son las amigas
Otro de los temas estrella de esta novela es el amor entre amigas y las redes de apoyo que constantemente formamos las mujeres, a veces sin darnos cuenta, como en el caso de Hilda y sus amigas.
Carmen, Susana, Clara e Hilda se conocen a partir de las Devotas del Sagrado Corazón, un grupo de la iglesia en el que la religión parece ser lo menos importante para ellas y en donde la devoción se da entre unas a otras:
“Rezamos, vamos a misa, cuando se puede ayudamos, no siempre se puede, es difícil esa parte, lo lindo es que nos acompañamos. Mi mamá siempre dice que Dios nos da lo que podemos aguantar, pero yo no creo que sea así. Aguantamos porque nos ayudan. Sola no se puede ni con la felicidad”.
No obstante, incluso una devoción tan grande como la de Hilda y sus amigas se ve afectada por una resurrección zombi (no las podemos culpar, ¿quién no se sorprendería?).
El autodescubrimiento
Tras ver nuevamente a sus seres amados y dentro de un remolino de emociones, Hilda no puede evitar repasar lo que fue su vida, todo ello en un intento de comprender por qué y para qué le ocurriría a ella algo tan extraño y milagroso.
Es así como conocemos quién fue Hilda en vida: su matrimonio, sus amigas y familia, su felicidad, su sufrimiento y sus sueños, “la vida de antes nunca tuvo algo especial, una vida promedio y una muerte promedio interrumpida por el milagro”.
Puede que la vida de Hilda no haya sido extraordinaria, pero en esta segunda venida, Hilda tiene la oportunidad de descubrir las maravillas y las extrañezas de lo cotidiano, y nosotros podemos acompañarla en esta gran aventura.
Pero esta zombi latinoamericana no es la única que ha muerto y revivido en los últimos días, entérate de qué pasó con la muerte momentánea de Microsoft y el caos que podría provocar un apocalipsis digital.
