Pódcast con inteligencia artificial: el futuro del audio

podcast hechos con inteligencia artificial

Las herramientas tecnológicas continúan transformando la creación de contenido 

Buscando fuentes y referencias de información para la redacción de esta nota, encontré un artículo de hace algunas semanas, acerca de inteligencia artificial y cómo es usada para crear copies y mensajes convincentes en mercadotecnia y otras industrias similares. Así que, en lugar de hacer un contenido original, decidí tomarlo, copiarlo y ajustarlo a este artículo sobre pódcast. 

Y es que, al final del día, eso es justo lo que hace la inteligencia artificial: recaba, transforma, adapta y resume información preexistente en un producto que cumpla con la solicitud del usuario final. Sin pensamientos originales o propuestas creativas de por medio, solo la respuesta directa a un comando específico, como encender una lámpara o cambiar de canal en el televisor.  

Pódcast del futuro

Pero salgamos de la metanarrativa y enfoquémonos en el tema de hoy: la inteligencia artificial (IA) como herramienta de producción, auxiliar creativa, anfitriona y plataforma todo-en-uno para la creación de un pódcast. ¿Sabías, por ejemplo, que Adobe tiene un software, llamado Adobe Podcast, que emplea la IA para mejorar la voz y hacer que tu episodio grabado suene mejor y más profesional? 

¡Suena genial! (el juego de palabras fue a propósito). Lo que quizás no sabías es que, en esa misma plataforma, Adobe ofrece plantillas de ejemplo que incluyen ya un formato (introducción, cortinillas, música), un tema, un guion y hasta un locutor artificial. 

Es decir, si uno así lo quisiera, podría solo descargar una plantilla prefabricada sobre pódcast de crímenes sin resolver; generar un guion que puede o no ser factualmente correcto; hacer que una voz artificial lo lea (con buena entonación y sin sonar realmente robótico); traducirlo si es necesario; y publicarlo. Todo sin ningún tipo de input creativo o investigativo 

Lo peor de todo es que, al escuchar el resultado final, con la calidad de compresión de las plataformas de streaming y el ruido de la ciudad, es prácticamente imposible distinguir este híbrido tecnológico de un producto hecho completamente por humanos. Y eso es aterrador.  

Riesgos que “no suenan bien”

En ocasiones previas, hemos hablado sobre los peligros y riesgos que representa una IA sin control o vigilancia; las cantidades masivas nocivas de desinformación que estas herramientas pueden difundir si no se verifica, coteja e investiga con el tiempo y cuidados necesarios. 

Ya sea a propósito o como un terrible exceso de confianza en que “la IA sabe lo que hace”, este tipo de descuidos se observan constantemente en lugares tan triviales como son las redes sociales o en plataformas más formales como noticieros y journals médicos, por mencionar solo algunos.  

En un pódcast, sin embargo, la gama de aplicaciones para las que la IA tiene un uso o una función es prácticamente total. Todo puede correr a cargo de un sistema artificial, desde la pre hasta la posproducción, sin ninguna injerencia humana en absoluto. De ahí, la generación de clics y engagement correrá libre, igual que la difusión de información potencialmente nociva o, simple y sencillamente, errónea. 

No obstante, y como todo en la vida, la IA —en este uso en particular— tiene un aspecto positivo, que es ayudar a creadores de contenido, locutores amateurs y gente creativa que quiera poner sus proyectos e ideas ahí afuera, a lograr su sueño de tener un pódcast terminado estrenándose en Spotify, sin la necesidad de tener conocimientos previos de edición, producción o cualquier otro bache técnico que se pudiera interponer.  

Para ellos, en esos casos en específico, plataformas como Monica, Adobe Podcast o Speechify son herramientas sumamente valiosas que facilitan —y, básicamente, hacen posible— el desarrollo de un pódcast que eventualmente puede convertirse en un hit y traer éxito y fama a todos los involucrados. 

Sin embargo, cuando esa tecnología cae en manos equivocadas, llámese corporaciones que no quieren pagar guionistas o locutores y prefieren usar la IA para sacar su producto sin importar la calidad; o usuarios finales que ven en la IA la oportunidad de tirar basura al aire con tal de generar clics y revenue sin importar las consecuencias o, peor aún, producir contenido malicioso a propósito, es el momento en que la IA deja de ser un activo para convertirse en un cómplice. 

La IA en producción de pódcast es una herramienta valiosa que debe usarse con responsabilidad, para que la ética y el conocimiento sigan cambiando al mundo, tal como lo hicieron estas mujeres matemáticas ilustres ¡conócelas!