Digital Health Forum – Día 2

Por Daniel Velázquez / Editor Médico en Jefe en 360 

 

 

Durante el segundo día de Digital Health Fourm edición México 2018, se habló desde las herramientas tecnológicas más sencillas ya disponibles para atender la salud por parte del propio paciente, hasta el uso de inteligencia artificial y realidad virtual, para lograr un monitoreo de forma permanente de la salud de toda una comunidad; y es que la innovación en salud necesita flexibilidad, entrenamiento disruptivo para médicos, emprendedores de alto impacto y tecnología.

El reporte 2018 sobre el uso digital, refleja qué tanto se utilizan las redes sociales y las tendencias digitales en todo el mundo, informando que el número usuarios de internet ha superado más de 4 mil millones, poniendo en línea a más de la mitad de la población mundial de 239 países.

Lo interesante radica en que, de este total de cibernautas 83% busca información sobre salud y 17% lo hace a través de sus teléfonos celulares. Los temas más buscados son: consumo de alimentos, control de peso, consumo de alcohol, dejar de fumar, buena forma física, exposición solar, salud mental y sexual.

Luego entonces, si ya sabemos dónde se encuentra la población, ¿cómo llegamos a ella? A través de un enfoque de prevención y promoción de la salud, pero no solo eso, sino también sobre control de enfermedades y tratamientos.

La era digital ya no es el futuro es ahora, la tecnología comienza a crear nuevos modelos de relación entre los pacientes y los servicios de salud, pero ¿hasta dónde podremos llegar? La respuesta es: telemedicina. Es a través de ella que podemos estar en el lugar exacto y preciso donde se requiere la atención

Se han diseñado múltiples aplicaciones que permiten a los pacientes llevar un registro sobre sus medicaciones, síntomas e incluso la posibilidad de hablar con su médico utilizando sistemas de videollamadas que permiten aclarar dudas diversas. Este tipo de aplicaciones hoy en día permiten que el médico tenga acceso a los registros domiciliarios de sus pacientes, y por consecuencia una mejor perspectiva del apego a un tratamiento, evolución y personalización de la atención.

Por lo tanto, estamos en la era de la colaboración y si queremos cambiar la manera de generar acceso y calidad a nuestros pacientes en México tenemos que comenzar por pensar en digital y así poder:

Reorientar los servicios de salud para prevenir las enfermedades crónicas y cáncer de mayor impacto, estratificar la población por sus factores de riesgo y enfocar la atención con base en los datos.

Detectar con oportunidad, minimizar y controlar el impacto de las enfermedades, entendiendo que la salud digital es la convergencia de:

  • Biología de sistemas y métodos diagnósticos. Genómica, metabolómica, proteómica.
  • Conectividad en el uso de tecnologías. Adopción masiva de smarthphones y dispositivos móviles.
  • Cómputo cognitivo. Inteligencia artificial y big data.

Entendiendo así a cada paciente como una persona y no como un código, enseñándole a ser responsable de su propia salud (auto-responsable); ese es el rumbo de una medicina predictiva, preventiva, proactiva, personalizada, participativa y permanente, una medicina de 6P’s.

Y no solo se trata de innovar en la atención personalizada a través de dispositivos que registran dosis de medicamentos, signos vitales y reportes hacia las clínicas de atención o bio impresión de tejidos; también se trata de impactar en la educación médica.

Un ejemplo de ello es el uso de transmisión en vivo de procedimientos médicos en redes sociales, esto es una realidad que gracias a lentes con cámaras de hasta 360 grados, las cirugías del Dr. Shafi Ahmed son transmitidas en línea y han impactado a 56 millones de personas en redes sociales, y 500 alumnos de medicina en diferentes países.

El uso de dispositivos de realidad virtual / aumentada permite que el aprendizaje de la medicina ya no solo sea cuestión de libros, artículos en internet; disecar un cuerpo y estudiar órganos en cadáveres, eso ya no es lo de hoy, lo de hoy es la realidad en 3D, que permite a un médico en formación ver cada parte del cuerpo y aprenderla, así como estar en un hospital observando ciertos procedimientos. Incluso entre especialistas, interconsultar un caso, hablar entre ellos en tiempo real, ver a los pacientes y mejorar la enseñanza.

Las fronteras físicas ya no existen más en el área de la salud y es por eso por lo que el acceso a ella debe fomentarse a través de la digitalización, con un sistema responsable y disruptivo.