En unas pocas semanas, American Eagle Outfitters reconstruyó su identidad de marca de manera dramática, con poco más que una fotografía sugestiva, un copy por demás cizañoso y mucha polémica derivada de estos dos elementos combinados.
Con la frase “Sidney Sweeney has great jeans“ (nótese el juego de palabras entre jeans y genes) enmarcando la por demás “spicy-but-classy” fotografía de la actriz norteamericana con un atuendo plagado de mezclilla, American Eagle ha transformado su imagen y se ha posicionado nuevamente en el top of mind del público joven, de clase media alta y principalmente, por razones que no discutiremos en este momento, del género masculino.
Así, una foto memorable y de alto impacto puede ayudar a que una campaña simple se vuelva trascendental, y que una marca/cliente/empresa adapte su estrategia —y adopte esa nueva imagen— a partir de la propuesta visual de un artista o fotógrafo con una visión que vaya más allá de simplemente mostrar un producto para que la gente lo identifique y compre.
Fotografía que construye identidad de marca
Una campaña exitosa (al menos en el aspecto visual y de reconocimiento de marca) implica algo más que ciclorama + product shot + logo y supers; un anuncio premiado debe contar una historia completa con una sola imagen; debe transmitir no solo las características y bondades del producto, sino la identidad, concepto y look and feel de la marca, así como cualquier valor agregado que esta brinde o prometa. Por ejemplo: estatus, belleza, riqueza, fortaleza, éxito, felicidad, seguridad, etc.
Por eso los comerciales de perfumes y lociones funcionan tan bien en imagen, porque no es necesario contarle al público a qué huele la fragancia. Solo basta con mostrar el tipo de persona (modelo) que “lo usa” y en qué entorno se encuentra (un yate en Grecia, una disco en Nueva York, la premier de una película en Hollywood) para lograr esa identificación puramente aspiracional y convencer al posible comprador de que ese aroma es el que refleja todo lo que son y quieren ser.
Lo mismo sucede en el caso de los automóviles: un encuadre favorecedor que enfatice las líneas del vehículo, sobre un escenario llamativo y que denote el espíritu de la marca o el coche en sí (una familia en el campo para SUVs; la pareja citadina en su crossover; el hombre soltero en su coupé deportivo) y listo, historia contada, venta asegurada.
Fotografía memorable
Una buena fotografía puede construir —y derrumbar— imperios. Algunas de las escenas, logos, comerciales más emblemáticos surgen a partir de una imagen que logra capturar un momento en el tiempo que se vuelve memorable y perdurable.
Puede que hoy en día la marca de bloqueadores solares Coppertone o la empresa fabricante de aparatos electrónicos RCA no sean tan populares como antes, pero las imágenes de una niña pequeña con su traje de baño siendo halado por su mascota, o del perro escuchando la voz de su dueño a través de un fonógrafo han quedado plasmadas en el inconsciente colectivo, dejando atrás, incluso, a los productos o compañías que les dieron origen.
A pesar del adviento de la inteligencia artificial y las nuevas tecnologías para la generación de imágenes y contenido “creativo o artístico”, siempre habrá cabida en el mundo de la publicidad y la mercadotecnia para visionarios que impacten, inspiren, trasgredan y reconceptualicen la esencia de una marca o producto, y que sean capaces de moldear esas identidades desde el interior de un viewfinder.
Pero la imagen de tu marca es solo el inicio: explora cómo el marketing reactivo y proactivo puede potenciar tu estrategia.