La Revolución mexicana en el cine y la televisión 

cine de la revolución mexicana

Lo que hace falta es una re-volución 

Cada 20 de noviembre, en México se conmemora el Día de la Revolución Mexicana, es decir, el día en el que se decretó el inicio de un movimiento armado para poner fin a la dictadura de Porfirio Díaz, convocar a elecciones libres y postular un gobierno democrático.

Similar a las revoluciones surgidas en otros países de América y Europa, en México, el movimiento revolucionario básicamente buscaba acabar con la burguesía, derrocar al gobierno y dar más oportunidades al proletariado, así como un mejor nivel de vida. 

Generales rebeldes como Pancho Villa y Emiliano Zapata se han convertido en figuras legendarias entre la conciencia colectiva nacional. Sin embargo, y como suele suceder con las leyendas, gran parte de las historias que rodean a esos y otros personajes de la época (así como del conflicto en sí) han sido sumamente alterados o exagerados, y uno de los responsables de tergiversar la información es, ni más ni menos, que el cine. 

Luces, cámara y reacción  

Fascinado por las artes y la cultura francesa, Porfirio Díaz trajo a México, a inicios del siglo XX, ese revolucionario invento que causaba sensación en Europa: el cinematógrafo. Como buen dictador, Díaz empleó el aparato y a aquellos que sabían manipularlo, como su retratista personal que lo seguía a todas partes y registraba cada hazaña, grande o pequeña.  

Irónicamente, una vez que el cine se volvió más popular y común entre la población nacional, fueron los revolucionarios quienes usaron el invento como una máquina de propaganda para ganar aliados a la causa y conmemorar cada una de sus victorias frente a las fuerzas opositoras.  

De ahí que personajes como Villa y Zapata, así como Carranza, Madero y Obregón, entre otros, se convirtieran en figuras tan emblemáticas de la época; inmortalizados en cinta y vistos como héroes nacionales; idolatrados entre chicos y grandes por su presencia en la pantalla. 

Preparen, apunten, disparen 

Dado que este fue uno de los primeros grandes eventos históricos que acontecieron poco después de la invención del cine, la Revolución mexicana fue un parteaguas para la expresión artística de un país que —en años posteriores— florecería en ese sentido; no solo con la llegada de la Época de Oro del cine mexicano, sino con el arribo de notables exponentes de las bellas artes, quienes encontrarían en México un refugio y fuente de inspiración. 

Asimismo, la primera camada de cineastas mexicanos vio en la Revolución una musa que nutrió cientos de historias, unas verídicas y otras no tanto, sobre las cuales se construiría la naciente industria. 

Estas son algunas de las películas y series televisivas que mejor abordan el tema de la Revolución mexicana y todo lo que ese conflicto político y social generó en nuestro país. 

¡Que viva México! – 1932 

Sergei Eisenstein, uno de los padres de la cinematografía moderna y precursor de muchas de las técnicas que hoy se consideran estándar, tuvo en México un periodo creativo importante que, aunque no se tradujo en éxitos taquilleros o premios de la industria, sí derivó en maravillosas obras como ¡Que viva México!, una odisea audiovisual que retrata diferentes aspectos de la cotidianeidad nacional en una época de aparente paz y prosperidad. 

El encanto del águila – 2011 

Esta miniserie de 13 episodios detalla todo lo sucedido en el antes, el durante y el después del conflicto armado, e incluye información tomada de documentos históricos inéditos. Una obra imperdible para fans de la historia y el docudrama.  

Revolución – 2010 

Revolución es un conjunto de historias donde distintos directores mexicanos —desde Gael García y Carlos Reygadas, hasta Amat Escalante y Patricia Riggen— exploran y recontextualizan las repercusiones sociales y culturales de la Revolución mexicana, al tiempo que desglosan y diseccionan el concepto mismo de revolución en el proceso. 

El prisionero trece; El compadre Mendoza; ¡Vámonos con Pancho Villa! – 1933; 1933; 1935  

Conocidas en el argot como “la trilogía revolucionaria de Fernando de Fuentes”, estas cintas son ya clásicos contemporáneos del cine mexicano. Lo interesante de estos proyectos es que, a diferencia del cine bélico de Estados Unidos, la mirada del director se centra en todo aquello que sucede alrededor del conflicto armado: corrupción, traición, inocencia, poder y promesas de cambio que, aun ahora, 100 años después, siguen sin aparecer.  

Y ya que hablamos de cine nacional, no te vayas sin antes conocer cómo las mujeres mexicanas en la industria cinematográfica están innovando la forma de hacer cine.