“El Volkswagen de tu vida”, la campaña que conmueve

En 2014 Volkswagen celebraba 50 años en México, por lo que se hacía indispensable crear una campaña espectacular que llamara la atención de los mexicanos y reforzara la presencia de la marca en nuestro país.

“El Volkswagen de tu vida” cumplió con creces los objetivos de la empresa alemana: en redes sociales lanzaron una convocatoria donde pidieron al público que contara sus mejores historias relacionados con cualquiera de los modelos Volkswagen y que no supiera dónde quedaron esos vehículos.

La respuesta fue instantánea y multitudinaria: miles de personas relataron historias divertidas, conmovedoras e inolvidables sobre sus autos. Fue muy difícil, pero al final se seleccionaron cinco, por ejemplo, la de un vocho que sirvió de sala de partos o la de una familia que usó de vivienda su Atlantic tras perder su casa en el sismo de 1985.

La campaña voló alto y los organizadores prepararon un reality show que relataba:

  • Las historias inolvidables de los cinco seleccionados.
  • La búsqueda de los vehículos originales, que incluso fueron rescatados de deshuesaderos.
  • La reconstrucción total de los vehículos con piezas originales hasta dejarlos como nuevos.
  • La entrega sorpresa de los autos a sus propietarios originales.

La marca del éxito

Las expectativas que generó el reality fueron tan positivas que este se transmitió no solo en internet, sino en televisión abierta y tuvo una audiencia de más de 14 millones de mexicanos.

Al año siguiente, la campaña arrasó en la entrega de premios IAB Conecta. Volkswagen y la agencia Arrechedera & Claverol obtuvieron el galardón de oro en las categorías “Content marketing” y “Sitios web”, y el de plata en “Construcción de marca”, así como el premio especial “Best in Show”. También ganaron un premio en los Small Agency Awards, donde compitieron con otras campañas a nivel global.

¿Por qué triunfó?

“El Volkswagen de tu vida” fue una campaña basada en el storytelling, es decir, en la antigua tradición de contar historias que nos atrapan. No fue una publicidad unilateral, sino que involucró al público y lo hizo partícipe de su celebración.

Mi papá tenía un vocho amarillo brillante, con una reja de portaequipaje en el techo. Era, como todos los vochos, compacto, pero mágicamente amplio y aguantador como ninguno. En él viajamos durante toda mi infancia y pasamos momentos inolvidables, afortunados o desastrosos, cotidianos y extraordinarios. Es un objeto inherente a mi pasado.

Alentar el sentido de pertenencia y remover las memorias positivas relacionadas con sus productos es la mejor estrategia que, con una narrativa inteligente, mantendrá a una marca en el camino del éxito. Eso hizo Volkswagen y disfrutó de uno de sus mejores aniversarios en México aquel 2014, cuando lanzó una campaña conmovedora y digna de ser recordada.

Foto de entrada por Emil Diallo en Unsplash