Formas estúpidas de morir y formas inteligentes de hacer una campaña publicitaria

Dumb ways to die
So many dumb ways to die
Dumb ways to die-ie-ie
So many dumb ways to die

Ya pasaron ocho años y la canción sigue pegando. En 2012 Metro Trains, la empresa contratada por el gobierno para operar el metro en Melbourne, Australia, pasaba por un mal momento. En una encuesta los usuarios de este transporte público lo habían calificado como el peor del país, debido a sus constantes retrasos y fallas técnicas. Además, la cantidad de accidentes y muertes de usuarios por diversos motivos se había elevado de manera alarmante en los dos años anteriores. Había que tomar medidas drásticas para solucionar esta situación, y una de ellas fue la publicidad.

Set fire to your hair
Poke a stick at a grizzly bear
Eat medicine that’s out of date
Use your private parts as piranha bait

Metro Trains contrató a la agencia McCann para que le hiciera una campaña publicitaria que redujera el número de accidentes en el metro y concientizara a los usuarios de tomar precauciones cuando circularan por este medio de transporte. John Mescall, director creativo de McCann, pensó en los elementos que debía tener la publicidad para atraer y conquistar a los usuarios que normalmente no hacían caso de ella, y mucho menos si se trataba de mensajes serios y catastrofistas. Ideó entonces una fórmula infalible:

La canción más pegajosa del multiverso + dibujos animados kawaii en colores pastel + sentido del humor negro

Get your toast out with a fork
Do your own electrical work
Teach yourself how to fly
Eat a two-week-old unrefridgerated pie

Picar con un palito a un oso, usar tus partes íntimas de cebo para las pirañas o quitarte el casco en el espacio exterior son formas estúpidas de morir. Aprender a volar de manera autodidacta, comerte un pay podrido o dejar pasar a tu casa a un asesino psicópata, también lo son. Vender tus riñones en internet, comerte un tubo de pegamento o alborotar un panal de abejas nomás porque sí, quizá también lo sean.

Pero las formas más estúpidas de morir de todas son, posiblemente, caminar por las vías del metro o pararte en la orilla del andén. Estas son algunas de las enseñanzas de la campaña, cuyo video oficial se subió a YouTube el 14 de noviembre de 2012. En solo una semana ya había sido visto por 24 millones de personas. ¡Eso es ser viral!

Invite a psycho killer inside
Scratch a drug dealer’s brand new ride
Take your helmet off in outer space
Use a clothes dryer as a hiding place

En sus inicios, la campaña tuvo tantas críticas como alabanzas. Algunos reprobaron la forma irónica de referirse a un asunto tan serio como la muerte. En Rusia fue censurada porque podía incitar a algunos a emular las formas tontas de morir mencionadas (después de saber de las decenas de intoxicados en EE. UU. por inyectarse desinfectante después de que lo sugiriera “en broma” el presidente Trump, tal vez tenían un poco de razón).

Sin embargo, los efectos positivos triunfaron: los accidentes en la Metro Trains se redujeron 30% y en 2013 la campaña arrasó con todos los premios de publicidad: desde los locales Siren Awards de Australia, hasta los del Festival Internacional de la Creatividad en Cannes. El video inspiró un videojuego, decenas de parodias y unos cuantos spinoffs, mientras que la canción tuvo tantas descargas en iTunes como la archidescargada “Gangnam Style”.

Keep a rattle snake as a pet
Sell both your kidneys on the internet
Eat a tube of super glue
I wonder, what’s this red button do?

A ocho años de su lanzamiento, Dumb ways to die es todavía una de las campañas más exitosas de la historia, la canción sigue siendo pegajosa y los personajes que la interpretan (Numpty, Hapless, Pillock, Dippy, Dummkopf, Dimwit, Stupe, Lax, Clod, Doomed, Numskull, Bungle, Mishap, Dunce, Calamity, Ninny, Botch, Doofus, Stumble, Bonehead y Putz) tan kawaii como entonces.

Dress up like a moose during hunting season
Disturb a nest of wasps for no good reason
Stand on the edge of a train station platform
Drive around the boom gates at a level crossing
Run across the tracks between the platforms

They may not rhyme, but they’re quite possibly…

Foto de entrada por Jonathan Weiss en Unsplash