Si no has visto la esperadísima película de Peter Docter (Monsters Inc., Up), sólo puedo decir dos palabras: ¿qué esperas? La verdad es que mi opinión puede estar muy sesgada, pero dados los comentarios que he escuchado, a la mayoría de los que la hemos visto nos ha dejado encantados. Así que reitero: si aún no la ves, que sea la próxima para la que compres boleto en el cine, seas niño, niña, adolescente, adulto, adulto mayor, alienígena, etcétera.
Si viste los tres trailers que sacaron antes del estreno, entonces ya la llevas de gane porque gracias a ellos nos podemos dar una mejor idea de acerca de ésta; si no, y si no la has visto, los puedes checar aquí.
Es poca en verdad la gente que no supo acerca del filme, debido al gran despliegue de publicidad que le hicieron dentro y fuera de la web. Además, durante el estreno, también hubo actividades interactivas y relacionadas con la historia, como el área para jugar hockey miniatura o la pizza de brócoli que ofrecieron como botana.
En fin, basta de hablar de la periferia. Hablemos de la película. Aunque la trama es predecible y de antemano sabemos que acabará bien (pues todas las de Disney Pixar lo hacen), no se queda corta de momentos sorprendentes (tristes y felices, obvio). Incluso llegan instantes en donde uno llega al punto de la incertidumbre y le pican las ansias por saber qué pasará con la protagonista y sus emociones (Alegría, Disgusto, Ira, Miedo y Tristeza). Además, por fin, se resuelve la duda (por si no lo sabíamos) de si la tristeza es en verdad necesaria y por qué (aunque quizá ésta sea una pregunta más de tipo trascendental, que podríamos pasar horas tratando de resolver, el filme lo resuelve bien, ligera y sencillamente, pues su intención no es la profundidad).
En realidad en la película no llega a haber un antagonista tal cual, o en su caso, tampoco un protagonista único, lo que la hace más parecida a la vida real. Y, por supuesto, todos podemos sentirnos identificados, a menos que seamos un ser sin emoción alguna. Por cierto, una de las mejores cosas es el detalle de incluir también las “mentes” de otras personas, aparte de la de la protagonista, y hasta de algunos animales. En cada una, existen las mismas emociones, pero personalizadas. Y la manera en la que está organizado el cerebro —en la historia— también es asombrosa.
No soy una experta de la animación, pero lo que vi me dejó satisfecha. Los gráficos son magníficos en mi opinión y cada cuadro de Intensa-mente no está exento de los detalles y los guiños a otras de sus obras que caracterizan el trabajo de Pixar.
Lo único que puedo decir para finalizar es, si no las visto, ¿qué esperas? Y si ya lo hiciste, ¿quién es tu personaje favorito? Los míos, creo, Ira y Tristeza (no es que me esté proyectando… ¿o sí?).