Neuromarketing: estudiando el cerebro del consumidor

“Los hombres deben saber que las alegrías, gozos, risas y diversiones, las penas, abatimientos, aflicciones y lamentaciones proceden del cerebro y de ningún otro sitio. Y así, de una forma especial, adquirimos sabiduría y conocimiento, y vemos y oímos y sabemos lo que es absurdo y lo que está bien, lo que es malo y lo que es bueno, lo que es dulce y lo que es repugnante…”

Sobre la enfermedad sagrada, Hipócrates.

El dr. Jerry Zaltman, profesor emérito de Harvard, afirma que 95% de nuestro proceso de decisión de compra es subconsciente. De ahí que los mercadólogos prácticamente quieran “meterse” en las mentes de los consumidores para averiguar sus anhelos, motivaciones, metas, aspiraciones, y así generar lealtad a las marcas y, por supuesto, ventas.

En primer lugar… la neurociencia

La neurociencia se encarga de estudiar al sistema nervioso, conformado por el cerebro, la médula espinal y la red de células nerviosas en todo nuestro cuerpo.

Los seres humanos nos hemos preguntado desde hace siglos de dónde provienen nuestras sensaciones, cómo es que podemos movernos, oír, oler y comunicarnos mediante un lenguaje, pero son los neurocientíficos quienes se han encargado de desentrañar los misterios de nuestro cerebro.

La neurociencia se ha apoyado de varias ciencias —fisiología, bioquímica, psicología, neurología, entre otras— para su desarrollo y, a su vez, otras disciplinas se han valido de ella para su trascendencia. Tal es el caso del marketing.

Neuromarketing. Tomada de: Wasi.co

Marketing y neurociencia

En publicidad casi todo se trata de estímulos. Mediante imágenes, sonidos, aromas, las compañías “provocan” al público para que se enamore de sus marcas, compre sus productos y los recomiende a otros consumidores.

Así es como los mercadólogos decidieron valerse de la neurociencia para estudiar y conocer las reacciones de los usuarios ante los anuncios publicitarios. De esta forma podrían saber:

  • ante qué estímulos reaccionaban mejor
  • predecir cuáles mensajes tendrían un mayor impacto
  • optimizar los productos y servicios de las marcas
Explorando cerebros

 En la práctica del neuromarketing se va más allá de una encuesta o un grupo de discusión para conocer la opinión de los consumidores: se les realizan estudios como electroencefalogramas, tomografías o imágenes por resonancia magnética para monitorear qué zonas del cerebro se “encienden” al mirar determinada imagen —estática o en movimiento—, escuchar una melodía o percibir un aroma.

A partir de los resultados y dependiendo de los objetivos de la marca, se aplican técnicas que buscan empatizar con sus clientes, estimular en ellos emociones que resulten en una conexión.

Los estímulos visuales son los más eficaces porque llegan de inmediato a nuestro cerebro. Los estímulos auditivos refuerzan los mensajes e incluso pueden influir en el comportamiento. Y los estímulos kinestésicos apelan a la memoria y sensaciones mediante otros sentidos como el tacto y el olfato.

Regiones del cerebro. Tomada de rodrigolbarnes.com

No te metas con mi mente

El neuromarketing no se ha salvado de las críticas, muchos consideran sus pruebas como engañosas y sus resultados poco fiables. Sin embargo, la que más resalta es: ¿realmente nos dominan tanto las emociones que nos llevan a ser manipulables, capaces de cambiar de decisión apenas veamos o escuchemos algo que nos conmueva?

Tal vez el neuromarketing se equivoca al considerarnos un manojo de emotividad sin tomar en cuenta que también somos seres racionales, pero no por esto deja de ser una técnica interesante que puede brindar grandes aportes al marketing y a las marcas que buscan ofrecer lo mejor a su clientela.