Cuando hablamos de atracción sexual, pensar que todo se reduce a heterosexualidad y homosexualidad sería limitar nuestra perspectiva y olvidarnos de que en la vida existen matices y diversidades.
Es complejo descifrar qué es lo nos hace desear (sexual y/o afectivamente) a determinadas personas y a otras no. Hoy en día existe un gran abanico de orientaciones sexuales, y aunque para muchos no es necesario encasillarse en una etiqueta, para otros ser parte de un grupo con sus mismas preferencias es un gran paso y les ayuda a no sentirse aislados.
A pesar de la gran variedad que hay, muchas de las orientaciones sexuales ya tienen un nombre. Tal vez no conozcas todas, así que aquí te presentamos algunas de las más mencionadas dentro de la comunidad LGBT+:
BISEXUALIDAD
Se trata de la atracción sexual hacia personas del mismo género y del género contrario. En cada bisexual puede variar la frecuencia o intensidad de atracción hacia uno u otro género o puede ser por igual.
Pansexualidad
¡Ojo, no es el gusto por el pan!… La palabra tiene un origen griego, en donde “pan” se traduce como “todos”. Entonces, el término pansexualidad se refiere a la atracción por cualquier persona más allá de su género, se diferencia de la bisexualidad porque no solo incluye a hombres y mujeres, sino también a personas trans, no binarias, de género fluido, queer, etc.
Lithsexualidad
La mayoría de nosotros esperamos ser correspondidos por quien nos gusta; sin embargo, eso no ocurre con los lithsexuales, porque para ellos no es necesario que el otro corresponda a su deseo, prefieren su indiferencia e incluso si su crush les hace caso pasa algo curioso: el lithsexual en automático deja de sentirse atraído por esa persona. Se diferencia del amor idealizado porque los lithsexuales no experimentan frustración ni malestar al ser rechazados.
Androsexualidad y ginosexualidad
De acuerdo con la educadora sexual Elizabeth Boskey, los androsexuales están atraídos por las apariencias masculinas, pero no necesariamente deben estar presentes en hombres, una mujer que se viste de forma masculina también les resulta atractiva. Mientras que los ginosexuales son el caso contrario, sienten atracción por la feminidad, incluyendo mujeres muy femeninas u hombres andróginos o con cualidades femeninas.
Asexualidad
Aunque algunos la incluyen dentro de las orientaciones sexuales, otros no la consideran como una, al ser su negación. Existen varios tipos de asexuales y sus diferencias principalmente se refieren a la ausencia de atracción romántica o de apetito sexual; algunos experimentan solo alguno de los dos, otros los dos y otros ninguno. Hay otras categorías que los diferencian entre sí; por ejemplo, algunos experimentan deseo sexual solo cuando han establecido un vínculo afectivo u otros pueden tener sensaciones sexuales, pero no desear hacer nada al respecto, etc.
Skoliosexualidad o ceterosexualidad:
Es la atracción sexual, afectiva o emocional hacia las personas no binarias, es decir, por aquellos que no se identifican totalmente dentro del concepto de mujeres u hombres. Los skoliosexuales no consideran la genitalidad de la persona como un factor importante.
Estas son solo algunas de las orientaciones sexuales que existen, todas son válidas y ninguna es más importante que otra, porque en el mundo no todo es blanco o negro, el arcoíris tiene múltiples tonalidades y esa variedad es lo que nos enriquece y nos hace únicos como seres humanos.