¿Te imaginas ser un piloto aviador y poder recorrer diversas partes del mundo?, Antoine de Saint-Exupéry (1900-1944) lo era y muchos de sus viajes fueron la inspiración para convertir sus vivencias en literatura, como es el caso de obras como: El aviador, Vuelo nocturno y El Principito. Esta última, seguramente la has leído en algún momento de tu vida.
El Principito es una de las obras más conocidas alrededor del mundo y aunque se ha considerado un libro para niños, la realidad es que sus temas como: la pérdida, la soledad, la muerte y el amor, son también para adultos.
Las cartas en las que nació El Principito
Fueron varias las causas que se juntaron para que su autor decidiera crear esta historia, una de ellas fue el impulso de sus amigos, a quienes les mandaba cartas en las que agregaba el dibujo de un hombrecito rubio con bufanda y cabello alborotado, era como su “alter ego infantil”, pues a través de él, expresaba las emociones que a su parte adulta le era difícil decir. Por eso, sus amigos lo animaron a que le diera vida a aquel simpático joven y lo hizo en el año 1942, dedicándose a realizar los dibujos en acuarela, así como a escribir la increíble historia del muchacho rubio.
A su vez, Saint-Exupéry en varios momentos de su vida cayó en etapas de profunda tristeza y alcoholismo, — debido a que en Nueva York se sentía aislado, su vida en pareja era inestable y los exiliados franceses lo acusaban de colaborar con el gobierno de Vichy — por eso, buscó una manera de plasmar parte de su sentir y pensamientos.
“Es muy curiosa la desesperación. Necesito renacer”, escribió él.
Así, por medio del Principito, el autor pudo recuperar a su niño interior y conmovernos por medio de su personaje, quien llora o se entristece por instantes, pero también conserva ilusiones, se ríe, aprende y muestra una gran fortaleza.
El terrible accidente que dio origen a El Principito
Otra de las situaciones en las que se basó el autor para dar origen a El Principito, fue el accidente que sufrió junto con su mecánico aviador André Prévot, cuando en uno de sus viajes aéreos, la avioneta en la que viajaban se estrelló en el desierto de Libia, increíblemente él y su compañero sobrevivieron al impacto; sin embargo, después de dos días, la poca comida y bebidas que llevaban (uvas, naranjas y vino) se agotó, lo que provocó que Saint-Exupéry tuviera alucinaciones visuales y auditivas en las que se enfrentaban sus dos “yo”: el que daba todo por perdido y el que aún se aferraba a la esperanza.
Fue hasta el cuarto día cuando milagrosamente fueron rescatados por un beduino que iba en camello; así que, esta anécdota en la que casi pierden la vida, ha quedado claramente retratada en el libro.
Los mensajes de libertad de El Principito
Por otro lado, aunque la obra de Saint-Exupéry deja grandes lecciones en cuanto a la amistad, el amor y el dolor, al mismo tiempo, por medio de los viajes del Principito a varios planetas, el escritor plasma su visión sobre el mundo moderno y tecnológico en el que predominan las personas que han dejado a un lado la importancia de las relaciones humanas para centrarse únicamente en el deseo de obtener poder, reconocimiento y riqueza. A la vez, se refiere a la libertad, usando como ejemplo contrario a un dictador, fue por estos temas que su obra fue censurada durante la dictadura militar en Argentina.
Sin duda, El Principito es una obra que hace reflexionar a chicos y grandes, pues sus temas van más allá de lo que se lee a simple vista; así que, ahora ya conoces la historia del autor y de los motivos que lo llevaron a plasmar parte de sus emociones en voz del pequeño muchacho rubio.